Decenas de manifestantes se reunieron esta mañana cerca de una estación de Metro en esta megalópolis, cargando una pancarta que decía "Si no tenemos derechos, no habrá Copa".
Los inconformes dijeron que su objetivo era acercarse lo más posible al Estadio Arena Corinthians, pero la Policía los dispersó antes de que la marcha arrancara.
Un policía disparó balas de goma contra un manifestante sin camiseta que se ubicó en medio de la calle y se negaba a partir.
El sujeto fue detenido. "¡No habrá Copa!", cantaban los manifestantes antes de ser dispersados, una frase que se ha convertido en el lema de muchos brasileños indignados con los más de 11 mil millones de dólares que el Mundial costará a los contribuyentes brasileños.
Los manifestantes exigen que ese dinero se destine a la educación, salud, vivienda y transporte. Gregory Leao, un estudiante de 27 años que participó en la protesta, dijo que los manifestantes querían aproximarse al estadio.
"El objetivo es poner un fin a la Copa del Mundo. Nos damos cuenta de que no lo conseguiremos pero creemos que los brasileños deben participar en una revuelta", consideró.
AGENCIA XINHUA