Hoy 5 de febrero, los mexicanos recuerdan al aniversario luctuoso número 31 de El Santo. El ídolo del pancracio y del cine nacional.

Los hombres enmascarados no generan confianza. Sus gestos, la expresión de su cara, sus ojos, casi siempre darán más información que sus palabras, explica la kinésica.

Pero este personaje parecía no ser un humano común y corriente, es más, ni parecía ser humano. De hecho, El Santo es el hombre de la máscara, sin ella era Rodolfo Guzmán Huerta.

El Santo el enmascarado de plata, el mayor ídolo de la Lucha Libre en México y uno de los mayores ídolos deportivos y artísticos de los mexicanos en la historia.

El no necesitaba (necesita, así en presente, a pesar de su muerte) de mostrar su rostro para tenerle confianza ni mucho menos para entenderlo y reconocer sus expresiones. Es más, en su nombre llevaba toda esa carga religiosa en una sociedad en donde más del 95 por ciento de sus individuos son católicos.

Único, ninguno como él

Hacía el bien en el cuadrilátero y debajo de él. Su generosidad, su fuerza, sus habilidades atléticas y su inteligencia enamoraba a bellas mujeres en las películas que protagonizó. Tan sencillo como el papel o rol que desempeña un ídolo.

Rodolfo Guzmán Huerta fue capaz de crear un personaje que superó todos los límites imaginados en un cuadrilátero. Gracias a su cuerpo atlético, destacó en varios deportes como el béisbol y el Fútbol Americano, pero especialmente en la Lucha libre. A los 16 años, inició su carrera de luchador en la arena Peralvillo Cozumel sin ningún alias más que su nombre original.

Usó varios nombres o pseudónimos, como “Rudy Guzmán”, “el Hombre Rojo” y “Murciélago II”. Para 1942 decide colocarle máscara a su personaje. A partir de ese momento tuvo tres alternativas de nombre: “Diablo”, “Ángel” y “Santo”.

En 1952, ya con un prestigio ganando en la Lucha libre, le ofrecieron un contrato para inmortalizar su nombre en las historietas. Al mismo tiempo llegó el rodaje de su primera película por invitación del también luchador y actor, Fernando Osés.

En 1958 por fin apareció la película "Santo contra el Cerebro del Mal", aunque su primer protagónico es en 1961 en el filme “Santo Contra los Zombis”.

La película “Santo Contra el Doctor Muerte”, es considerada una de las mejores películas encarnada por Santo, pero filmada en España, dada la crisis que existió en la década de los setenta en el cine mexicano.

En 1981, se estrena la película “Chanoc y el Hijo del Santo Contra los Vampiros Asesinos”, en la cual actúa nada menos que su hijo, quien trató de mantener el mito vivo pero sin la misma suerte.

Como una de las paradojas de la vida, en enero de 1984 Rodolfo Huerta decidió mostrar su rostro quitándose la máscara de EL Santo en el programa de televisión “Contrapunto”. El 5 de febrero, menos de un mes después, murió de un paro cardíaco.