La victoria de hoy de la selección brasileña sobre México por 2-0 reconcilió a la afición con la “canarinha”, a la que todavía le pesa la humillante derrota por 1-7 que Alemania le impuso en las semifinales de la Copa del Mundo 2014. 

Pese a la presencia en las gradas de decenas de miles de aficionados ataviados con la “verdeamarela” –por apenas unos cientos de mexicanos-, el ambiente comenzó frío en el Allianz Parque de Sao Paulo, con los gritos de “¡México, México!” imponiéndose en el recinto. 
Por momentos, incluso, el once local fue objeto de pitidos de su propia bancada por el juego lento y defensivo. 
La afición llegó a pitar sonoramente cuando se anunció por megafonía el nombre del seleccionador Carlos Caetano Bledorn Verri, mejor conocido como “Dunga”. Sin embargo, el primer gol de Brasil, en el minuto de 27, obra de Philippe Coutinho, desentumeció a la afición, que comenzó a proferir los clásicos cantos de apoyo a Brasil, en contra de Diego Maradona y a favor de Brasil. 
No faltaron las referencias a los políticos, en especial a la presidenta Dilma Rousseff, cuya impopularidad es muy alta en Sao Paulo. Ya al término de la primera parte, con el 2-0 en el marcador, el Allianz Parque –estadio de Palmeiras- vibró con una ola que dio cuatro veces la vuelta al estadio, al tiempo que la afición cantaba “¡olé, olé!” a cada pase de su equipo. 
Éste era el primer juego de la “canarinha” en Brasil desde la derrota de 1-7 ante Alemania en el Mundial, y el propio Dunga admitió el sábado que había cierta “ansiedad” en el equipo ante el primer encuentro. “Es una marca que tardará en borrarse y no sé si nunca se borrará. Quizá sea como con la derrota en 1950 contra Uruguay, el denominado “maracanazo”.
 Cada vez que jugamos contra ellos se recordaba. Creo que algo parecido sucederá con Alemania”, dijo el técnico. 
“Necesitamos el apoyo del aficionado. Los espectadores brasileños tienen que entender que no es fácil jugar en casa después de la Copa del Mundo, así que es normal que haya cierta ansiedad”, destacó el entrenador, quien negó que haya “pánico” entre los seleccionados ante el primer encuentro en tierras brasileñas tras el Mundial.