Luego de caer en el séptimo partido y dejar ir una ventaja de 3-1 en la serie, el delantero Draymond Green y el entrenador de los Golden State Warriors, Steve Kerr, reconocieron el esfuerzo de LeBron James y los Cavs tras alzar el trofeo Larry O’Brien.
Los Warriors perdieron 93-89 ante los Cavs y Green felicitó a sus rivales que nunca mostraron debilidad en la duela.
Ellos continuaron peleando, nunca se rindieron. LeBron se echó el equipo al hombro y son Campeones de la NBA, expresó Green al finalizar el juego.
Estamos sorprendidos, pensamos que sí podíamos ganar en casa pero sucedió esto, añadió Kerr.