Ni el frío, ni la fe, ni el ímpetu fueron suficientes, el Club Puebla consumó un nuevo papelón en casa en el Torneo Clausura 2024 tras caer 2-0 ante los Gallos Blancos de Querétaro.
El partido correspondiente a la jornada 8 del Torneo Clausura 2024, tenía mucho más que tres puntos en juego; el cuadro poblano llegaba a este juego con la urgencia de ganar a cómo diera lugar, pues otra derrota más podría significar un cambió en el timón ante la crisis de resultados recientes.
Desde el dos veces Estadio Cuauhtémoc, La Franja, de la mano de Ricardo Carbajal, salía con la obligación de ganar como sea este partido ante la mala racha que se ha venido acumulando desde que empezó el 2024.
Las primeras acciones fueron a favor de la visita que salió con el objetivo de conseguir su primer triunfo del torneo, su esfuerzo empezaba a dar algunas señales de funcionamiento, pero le faltaba un poco de puntería en el último tramo.
Los Gallos Blancos habían dado el primer aviso de peligro al minuto 6’ cuando Facundo Batista había marcado el primer gol con un potente remate, sin embargo, este fue anulado por fuera de lugar.
Los camoteros respondieron ante los sustos de los emplumados con disparos de media distancia y en el juego aéreo, pero no podían encontrar la forma de vencer el arco de Fernando Tapia.
Con el avance de los minutos, el encuentro se puso parejo, con la lucha incesante en el medio campo y en las bandas por tener el control de las acciones, pero con poca claridad para inclinar la balanza.
En el cierre de la primera parte, La Franja, de la mano del “Tanque” Cavallini y Miguel Sansores, apretó en el último tramo de la cancha mostrando con una postura más ofensiva, pero con todo y sus intentos, el marcador terminó sin goles en el descanso.
Para el complemento, los dirigidos por Mauro Gerk se pusieron en modo “bravo” y le respondieron a las acciones de los camoteros con la estrategia de velocidad y de juego colectivo que les ha dado resultados en momentos complicados.
Los Gallos Blancos encontraron el primer gol del juego al minuto 56’ gracias a un zapatazo de Kevin Escamilla, quien aprovechó el espacio libre fuera del área y con potencia conectó la esférica la cual se fue ligeramente desviada a contrapalo de Iván Rodríguez dejándolo sin chances de reaccionar.
El gol hizo enardecer a los poblanos quienes se fueron con todo para buscar el gol de la igualdad, no obstante, Fernando Tapia salió imperial en cada una de sus intervenciones, manteniendo su arco en cero.
Los minutos pasaban como reloj de arena en el banquillo poblano y poco a poco fue llegando la desesperación, pues el resultado negativo se estaba haciendo realidad de nueva cuenta dentro del dos veces mundialista en otra noche de pesadilla.
Los Gallos Blancos no dejaron de competir y de intentar aumentar su ventaja, pues tuvieron oportunidades para hacerse presentes en el marcador, pero por una u otra razón, el 1-0 se mantenía dejando el partido en el aire.
Ante la desventaja y la presión por las circunstancias, el Club Puebla se la jugó en los últimos minutos del partido dejando muchos espacios y con el riesgo de que en cualquier momento el juego se fuera para los visitantes.
Al minuto 87’ Gallos Blancos de Querétaro firmó la sentencia del partido en una jugada de tres toques la cual fue rematada sin potencia, pero con fortuna por parte de Ettson Ayón para poner el 2-0 definitivo y con ello, el fin a una racha de cuatro años sin ganar en la Angelópolis.
Los últimos minutos del encuentro fueron el escenario de un auténtico funeral donde lo único que se podía escuchar era el reclamo al unísono de la afición al exigir que los jugadores pusieran garra y producto de gallina.
Con el silbatazo final también se confirmó el mal momento que vive en La Franja, se agudizó la molestia de la afición camotera y al registrar siete derrotas en nueve juegos, el actual proyecto del Club Puebla llegó a un punto insostenible.