Al asegurar que en la entidad poblana es necesario conformar un órgano regulador para la venta de los útiles escolares de las instituciones públicas y particulares, la presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (Fenapaf), Aurora González de Rosas dijo que es lamentable que muchas empresas busquen acuerdos con los directivos, con la finalidad de vender los paquetes escolares de todos los estudiantes, “logran acuerdos y les ofrecen un porcentaje de las ventas para que los maestros obliguen a los padres a surtir las listas escolares con determinada empresa”.

La representante nacional de los tutores agregó que en muchas ocasiones los beneficios para los directivos alcanzan 30 por ciento del costo total de los paquetes escolares y ante eso, dijo que la federación a su cargo lo único que pide es que esos descuentos se apliquen directamente en los útiles escolares, para que los beneficios sean para los padres de familia y no para terceras personas.

Comentó que las listas oficiales avaladas por la autoridad federal también son adoptadas por la Secretaría de Educación Pública (SEP) estatal y por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), aunque esas indicaciones no se respetan porque las papelerías firman acuerdos con las escuelas y les ofrecen aparentes descuentos que solamente inciden en los bolsillos de los directores y no de las familias.

Las listas escolares son mal aplicadas porque no todos los materiales que exigen para las aulas se utilizan en el mismo momento y en la mayoría de las ocasiones, el material no se aplica en su totalidad, por eso tiene que modificarse el mecanismo de solicitar todo el paquete escolar al inicio del curso, “porque además es malo que los menores de edad carguen tantos útiles en las mochilas, ya que está demostrado que eso les genera problemas en la espalda y les afecta los pulmones porque llevan diariamente una carga indebida a las escuelas”.

González de Rosas reveló que según estudios que tiene la organización a su cargo, las listas escolares de 2011 reportan un incremento en los costos cercano a un 30 por ciento.