El comercio informal es en la actualidad una paradoja brutalmente real, aseguró el profesor investigador de la licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Anselmo Chávez Capó, quien reveló que casi 40 por ciento de las personas que se encuentran en la informalidad están en condiciones de recibir ingresos apenas para seguir viviendo, pero está el otro lado de la moneda, donde “los chicos que reciben las propinas en los centros comerciales en ocasiones ganan más que una cajera, los que te guardan lugar para estacionar tu coche también obtienen importantes ingresos”.

Por eso, desde su perspectiva, la informalidad sirve como una válvula para quitar presión social al entorno económico nacional porque de entrada tienen ingreso, que en muchas ocasiones es más alto que quienes tienen empleos de muy bajas percepciones económicas. 

El investigador de esa casa de estudios aseguró que hay otro tipo de personas en la informalidad con ingresos bastante fuertes, que pueden estar perfectamente en la formalidad, pero ven que tienen la ventaja de no cobrar ni vender con factura y todo el ingreso es para ellos, “por eso las autoridades quieren agarrarlos con el impuesto al consumo, que también pueden evadirlo” porque no van a los negocios de autoservicio y se van al mercado, donde no tienen ese control.

Desde la perspectiva del académico de la UPAEP existen caminos contundentes para combatir la informalidad: de entrada, el punitivo o penalizador, lo que implica mandarlos a las cárceles, pero hay que reconocer que no alcanzarían las prisiones para todos, “se puede manejar entonces desde el punto de vista punitivo, pero tienen una movilidad muy fuerte, no tienen un lugar establecido y se pueden mover hacia cualquier lado”.

Lo que recomendó el experto en análisis económico de la UPAEP es que una salida sería conformar un programa real de empadronamiento y que las personas que viven en la informalidad observen los beneficios del pago de los impuestos, la seguridad social, hacer intercambios con otras personas, además de cobrar, pero están acotados principalmente por el crimen organizado, que los tiene bien detectados y prefieren pagarle a ellos que al gobierno, “entonces hay que dar seguridad a las personas que realizan los intercambios”.