Aunque se espera su aprobación dentro de unas semanas, la reforma migratoria en los Estados Unidos será una estrategia para las próximas elecciones en las que el actual presidente del vecino país, Barack Obama, busca su reelección, por lo que la iniciativa puede ser utilizada por los dos partidos políticos que buscan dirigir el gobierno más poderoso del mundo en distintas direcciones, aseguró la coordinadora de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), María de Lourdes Rosas.

En rueda de prensa, la académica de esa institución poblana recordó que en el proceso electoral del año pasado un total de 12 millones 200 mil latinos emitieron el sufragio, por lo que se convirtieron en una fortaleza para el actual mandatario de ese país y para que lograra consolidar el triunfo en las urnas y que hoy en día le permite buscar la reelección.

Desde la perspectiva de la coordinadora de la Facultad de Ciencias Políticas de la UPAEP, los representantes del Partido Demócrata seguramente buscarán una reforma que ayude a los emigrantes a encontrar un camino hacia el logro de la ciudadanía en aquel país, porque a la fecha una minoría solamente alcanza ese logro.

Asimismo, dijo que los republicanos buscarán una ley migratoria más dura que les brinde la posibilidad de “blindar” la frontera con México, porque pretenden consolidar una clara finalidad de frenar el paso de indocumentados al territorio estadunidense, lo que les permitirá que en el futuro inmediato los latinos que buscan el sueño americano no puedan votar en contra de los candidatos de ese partido político.

Si los republicanos logran su objetivo —aseguró María de Lourdes Rosas—, eso representará un golpe muy fuerte para todos los latinos que buscan trabajar en el vecino país del norte, porque por naturaleza buscarán otros medios para cruzar la frontera, lo que incrementa el riesgo en la vida de los emigrantes.

La reforma migratoria —recordó la coordinadora de la Facultad de Ciencias Políticas de la UPAEP— se traduce en un camino a la ciudadanía, mismo que plantea un proceso nada fácil para los indocumentados, porque tienen que cumplir una serie de requisitos y después de lograrlo pueden trabajar sin ningún problema.

Pero el tema no queda ahí —recordó la académica de esa universidad poblana—, porque, después del trámite, tienen que pasar seis años y después renovar el permiso, que tiene otros requisitos, entre los cuales deben demostrar que no representan una carga económica para el estado, “después de ese permiso, que dura cuatro años, los inmigrantes podrán solicitar la naturalización, que solamente se logra tres años después”. (Foto: Xinhua)