La presidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia, Aurora González de Rosas, advirtió que tras los casos de Covid-19 que se presentaron en instituciones educativas donde hubo el retorno a clases presenciales es el padre de familia quien tiene el derecho de enviar o no a su hijo a la escuela, si considera que corre peligro de contagio por coronavirus.

En entrevista, la representante dijo que se tiene que valorar la responsabilidad de las autoridades, de los padres de familia, para que todas las instituciones se encuentren sanitizadas y los niños puedan ingresar con seguridad  que no serán contagiados.

Recordó que las clases están programadas para agosto, pero es difícil porque no se tiene la infraestructura para este tipo de acciones, porque "una pandemia no la esperaba nadie" y en algunos lugares los pupitres de los alumnos "se encuentran muy juntos" por la falta de espacio en los salones.

Comentó los casos de estados del país donde las clases tuvieron que suspenderse nuevamente a causa de los contagios que se presentaron, y hay que respetar a quienes decidan no enviar a sus hijos a las actividades presenciales.

“Los padres de familia son los responsables de mandar o no a sus hijos a la escuela, ya que si bien podrá mandar la autoridad pero si el padre de familia considera que corre peligro, tiene el derecho de no enviarlos, ya que los niños se convierten en asintomáticos y hay que ver a maestros, maestras, así como personal administrativo del cual se tienen que respetar sus vidas.”

“Además tiene que verse cuántos maestros van en verdad poder llegar a las instituciones, porque muchos fallecieron por la pandemia. Y como federación vemos que no están dadas las condiciones, también está el tema del vandalismo, por ejemplo Colima, Sinaloa, Oaxaca, donde se destruyeron prácticamente las escuelas”.

La representante insistió en que un retorno improvisado a las aulas generará mayores problemas de salud a los alumnos de preescolar a secundaria, una vez que ellos no contarán con la vacuna en los próximos meses, además de que se alterarán las formas de convivencia con sus compañeros al prohibirse el contacto físico que es importante en su formación afectiva.

González de Rosas, expuso que no se están considerando diferentes factores, pues suponiendo que se logre la vacunación del magisterio, debe tomarse en cuenta que entre el 85 y 90 por ciento de los padres de familia que tienen hijos de preescolar a secundaria, la edad fluctúa entre los 23 y los 39 años, es decir, se trata de un grupo de la población que tardará aún para recibir la vacuna.

“Si un padre de familia es asintomático, lleva a sus hijos a la escuela en el transporte público, donde hay más menores con sus padres, pues será un problema de salud serio, ya que la curva de contagio.”