Aunque acudieron puntualmente al proceso de inscripción y reinscripción, la mayoría de los padres de familia, ya tomaron la decisión de no mandar a sus hijos a la escuela a partir del 30 de agosto, en que empiezan los cursos en un modelo híbrido.

Dijeron que la carta compromiso de corresponsabilidad que firmaron, no los obliga a que sus hijos asistan de manera presencial a tomar sus clases, por temor a los contagios de coronavirus.

En las escuelas, las medidas de sana distancia, de prevención y de higiene, se cumplen de manera formal, donde los padres de familia se organizan para garantizar las medidas que marcan los protocolos.

Incluso, en algunos preescolares, todavía se organizan para la limpieza y desinfección de los salones de clases y de los espacios comunes y administrativos de las escuelas.

Entre los tutores, existe desconfianza de mandar a sus hijos a clases presenciales, incluso, con el modelo híbrido propuesto por las autoridades educativas del Estado de Puebla.