La crisis provocada por el Covid-19 por el cierre de actividades productivas, generó muchos despidos en algunos sectores o recorte de puestos laborales en algunos otros y eso repercutió de manera negativa en el ingreso de algunas personas.

Así lo afirmó Enrique Navarrete Bolaños, director del departamento de Economía región centro sur del Tec de Monterrey, por lo que se concluye que de 2018 a 2021 y durante la pandemia por coronavirus, hubo un crecimiento del 28 por ciento en la pobreza laboral.

El incremento total del 2018 al 2021, se presenta con un incremento del 28 por ciento, es decir la pobreza laboral alcanzó esos indicadores en menos de tres años.

“Fue un golpe económico muy fuerte en la crisis económica de la COVID-19, en los ingresos de las personas y son indicadores para el Estado de Puebla”.

Enrique Navarrete señaló que es muy llamativo como la pobreza extrema por ingreso se elevó drásticamente de 17 por ciento que estaba antes de la pandemia, “en el reporte del CONEVAL en el 2018, había subido a un 27 por ciento, pero con el reporte del 2020 y en algunos reportes del 2021 alcanza el 45 por ciento”.

Para Puebla, se muestran los indicadores más elevados del promedio nacional, por el efecto que tuvo en el empleo y que a partir del 2020 se detonó un incremento de precios.

Además, que existe una inflación alta fuera de la meta del Banco de México que es del 3% y en ese sentido, se han encarecido los productos.

“La inflación no subyacente, que es la que levanta información de precios y productos que más se consumen en las familias, sobre todo de bajos ingresos, en productos alimentarios, ha estado elevada”.

Por un lado, las personas que conservan su empleo, dijo el académico, tienen salarios más o menos estables, no cambian porque los ajustes laborales se dan cada año, “pero sí tenemos un ingreso constante, que no cambia”.