Al asegurar que la sociedad mexicana está ajena a los temas de concientización de los procesos políticos, la politóloga de la UPAEP, Claudia Ramón, afirmó que la gente se deja llevar por la operación que llevan a cabo los partidos políticos.
Dijo que, en la actualidad de la política mexicana, prevalece la cultura del acarreo y la compra de votos, lo que orilla a cerrarle el paso a la verdadera participación ciudadana.
La académica universitaria, aseguró que eso se observó en la pasada elección de consejeros nacionales y locales de Morena, “hay un cálculo de político en cuanto al costo que puede tener una acción de esta naturaleza”.
Expuso de ejemplo, que los programas sociales en México se consolidan como elementos de compra de votos, donde la sociedad recibe apoyos sociales a cambio de votar por Morena.
“Y lo vimos en el último proceso para elegir a los consejeros de Morena, donde muchos fueron más que convencidos o más que por conocimiento, porque hubo una operación que tiene que ver con estos procesos. Lo hemos visto, el partido está consciente que violenta la norma, que violenta la ley, pero prefiere pagar la multa porque le reditúa más eso que dejar de hacerlo”.
Añadió que ante esas circunstancias, la ciudadanía cobra un rol importante, pues tiene que haber más que un costo monetario y político, “debiera haber un costo social, es decir, que como ciudadano no te lo permito y ahí en donde falta trabajo”.
Claudia Ramón resaltó la propuesta de incrementar las sanciones económicas de parte de la autoridad electoral, a los partidos políticos que recurran a esas prácticas del acarreo y la compra de votos.
“Este cálculo tiene que considerar cuestiones de lo que les cuesta económicamente, porque los partidos, al calcular los costos deciden sobre ello, si les es más redituable pagar la multa y posicionarse”.
Ahí hay que hacer conciencia, aseveró la analista política, porque la ciudadanía había estado más ajena a los procesos de la verdadera participación social.
“Una cosa es que la ciudadanía esté consciente y otra cosa es que, aun estando consciente hay otros actores que incidan para la decisión de su voto a cambio de otros beneficios”.
Sin embargo, dijo que, hay que reconocer que existe una situación económica que ha desgastado el salario, pero que también hay valores que corresponden a los procesos de democratización.
Finalmente, explicó que antela baja percepción salarial que tiene una persona no debe ser condicionante, para que entreguen su voto, más bien, los problemas sociales deben ser políticas de Estado.