Algo debe preocupar al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, respecto a las elecciones de 2024, para empujar la reforma electoral con todo y buscar a toda costa su aprobación.

Lo que tendrá el mandatario mexicano de no aprobarse la reforma política, dijo el director del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Germán Molina Carrillo, es que no pueda contar con un órgano o tribunal electorales que le sean incondicionales, para ganar en la mesa lo que eventualmente podría perder en las urnas.

Lo cierto, dijo el académico del ICI, es que exista el temor de que, ante una improbable derrota de su candidato a la presidencia de la república, se juega todas sus fichas.

“Algunos señalan que es por su pleito casado con el Instituto Nacional Electoral (INE) y su consejero presidente Lorenzo Córdova y del consejero Ciro Murayama, así como de los consejeros que no son afines a Morena”.

Por eso, dijo, será muy interesante conocer las opiniones de todos los grupos y organizaciones de la sociedad civil sobre las bondades y defectos de la iniciativa de reforma presentada por AMLO.

Esas opiniones se esperan desde los partidos políticos, las asociaciones, universidades, académicos, investigadores y de los propios funcionarios electorales, tanto del INE como los organismos electorales de los estados, que ven en grave riesgo su permanencia en sus cargos ante la reforma.

Por eso, dijo el académico, lo primero que busca la propuesta lopezobradorista, es la desaparición de dichos organismos, a los que califica como parciales y estar al servicio de la clase política del período neoliberal.

Lo anterior, sin importar que dichos órganos intervinieron en el reconocimiento del triunfo del presidente López Obrador en 2018 y en los procesos electorales de 2021, en los que Morena y sus aliados han obtenido victorias muy importantes no sólo en los Congresos locales y presidencias municipales, sino también en varias gubernaturas de las que hoy son mayoría a nivel nacional, por sobre el PRI, PAN Y MC.

Molina Carrillo, dijo que, la polémica que ya vive nuestro país y en un gran número de ciudadanos, con relación a la aprobación de la iniciativa de reforma electoral promovida por el presidente López Obrador, ha despertado el interés de diversos grupos y organizaciones de la sociedad.

Las posturas observadas son diversas, ya sea a favor o en contra y todas estas discusiones devienen sin duda alguna, en una polarización, en la cual, quienes están a favor de la reforma se presume en su mayoría son seguidores del presidente Andrés Manuel.

Por otro lado, quienes están en contra o la cuestionan son calificados como “conservadores” “fifís”, “enemigos de la 4T” y hasta “traidores a la patria” como ha sucedido con los debates y discusiones de reformas anteriores como la energética o la última respecto a la militarización de la Guardia Nacional.

Ante eso, aseguró que conforme se acerquen los días de la definición de la propuesta de reforma, los ánimos sociales crecerán y la polarización se acentuará también.