Para la marcha nacional en apoyo de Morena y la 4T, el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, aviva el discurso de la radicalización social y de victimizarse, que le ha resultado muy productivo.

Para el director del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Germán Molina Carrillo, el mandatario mexicano, no comprende que por su investidura le corresponde buscar la unidad de los ciudadanos y la reconciliación de los grupos.

Y es que, afirmó, con la ola de violencia e inseguridad que vive el país, ya tenemos suficiente con los daños y pérdida de vidas y bienes que sufren los ciudadanos por los grupos de la delincuencia organizada y los cárteles que controlan varios Estados y regiones en el país.

“El discurso del presidente López Obrador es más parecido al de un provocador divisionista, que al de un jefe de Estado, preocupado y ocupado por solucionar los graves problemas que como sociedad estamos viviendo”.

Esos problemas, dijo, se agudizan en materia de salud, inflación, desempleo, educación, aumento de la pobreza, cambio climático y corrupción, por ejemplo.

Por eso, afirmó que, en la agenda presidencial es más importante salir a confrontar a sus adversarios que no son los narcotraficantes, sino los ciudadanos que ejercieron su derecho constitucional a salir a marchar el domingo 13 de noviembre.

Es por esa razón, la idea del presidente al encabezar la marcha es aplastarlos para recuperar lo que es suyo, “que AMLO considera de su propiedad que es el control de la plaza pública y que tantos dividendos le ha dado en toda su carrera política”.

Por ello la marcha del 27 de noviembre ha sido calificada como la de la revancha, la confrontación de los ardidos, de la radicalización de la sociedad, que pudiera originar incluso acciones de violencia entre los ciudadanos, por las opiniones y posturas que se están asumiendo y de las que nadie se hará responsable.

Por lo anterior, Molina Carrillo, cuestiona a quién beneficia la división de los mexicanos y si este es el ejemplo de civilidad y convivencia que estamos dando a las siguientes generaciones.

Dijo que, López Obrador sólo parece dispuesto a gobernar y atender a los grupos y ciudadanos que están de acuerdo con su forma de conducir el país y con sus políticas públicas.

Por el contrario, se ha dedicado a atacar y descalificar a aquellos que se atreven a pensar distinto, y peor aún, a quienes se han atrevido a criticarlo o, a salir a las calles a manifestarlo como quienes asistieron a la marcha del 13 de noviembre.
    
Esos que marcharon en defensa del INE, dijo Germán Molina, no están en los programas del bienestar, no fueron acarreados a las marchas, no recibieron pago alguno por asistir y en su gran mayoría, no forman parte de ningún partido político.

Contrario a eso, señaló que, simplemente son ciudadanos comunes, que quieren un país donde quepamos todos y no sólo quienes están en un partido o confían en una ideología.