En el proceso para elegir dirigencias sindicales en las secciones 23 y 51 del SNTE, está la mano del gobierno dentro del gremio, para intentar inclinar la balanza a favor de algún aspirante que pueda controlar.
Para el vocero del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), Miguel Guerra Castillo, a eso hay que agregarle la forma oportunista en que Alfonso Cepeda Salas, líder nacional, se ha acercado en forma astuta acogiéndose a la cuarta transformación.
Sin embargo, abona que, dentro del magisterio, que tradicionalmente comulga con esta corriente política que encabeza Andrés Manuel López Obrador, haya identidad ideológica con el proyecto de nación.
“No sería correcto descalificar a todo el magisterio porque está arribando a esta etapa que requiere la conciliación, pero veo que en el caso de la cúpula que dirige Cepeda Salas, están tratando de sostenerse con una línea oportunista, con la línea de la sumisión”.
El integrante de la disidencia poblana destacó que, el presidente López Obrador ha dicho y dado muestras que no intervendrá, por eso, confían en esa parte, sin embargo, hay funcionarios de gobierno que quieren incidir en el resultado del proceso electoral.
Desde el magisterio poblano, dijo, celebra la decisión de no destituir maestros y no intervenir como presidente ni su gobierno, “esa es la línea, que el gobierno de la 4T no está manipulando al sindicato y al magisterio, porque no corresponde y no viene de ahí la línea de sumisión”.
En el SNTE, apuntó Guerra Castillo, es el propio liderazgo del charrismo el que busca acomodos y sostener en el poder sindical a sus incondicionales, “ya es una corriente muy conocida, la del oportunismo, que se da en el sindicato de maestros y en todos los sindicatos”.
El SNTE pasó del sindicalismo revolucionario a la sumisión y en tales condiciones adquiere singular necesidad el impulso de un proceso unitario, al margen de las diferencias explicables que caracterizan los diversos grupos.
Ese esfuerzo permitirá poner en el primer plano de la lucha las coincidencias que les permitan actuar de forma conjunta para enfrentar el enemigo común.
Hoy en día, dijo, las cúpulas sindicales están supeditadas a patrones y políticos neoliberales que utilizaban a esos sindicatos dirigidos por verdaderas mafias, para alcanzar objetivos privatizadores que atentan contra las empresas públicas y que lo siguen utilizando para reprimir a los trabajadores.
“Aprendí algo de mis experiencias en el camino y de encuentros y desencuentros con la CNTE, que debemos estar por encima de esas rupturas y esos grupos cerrados de poder”.
Por eso, aseveró, se tiene que buscar la unidad, porque, decían sus compañeros en el evento de la organización sindical mundial, que todas las divisiones y los odios, reciben al gobierno para dividirlos y fraccionar más al movimiento sindical.