"En el campo poblano se tiene sistemas de riegos ineficientes, por eso, la agricultura, con el apoyo gubernamental, necesita tener sistemas más eficientes de conducción y de aplicación del agua de riego", expuso el profesor de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la UPAEP, Luis Andrés Cabrera Mauleón.
El docente expuso que los productores cada vez tienen menor disponibilidad de agua, porque les llega un riego menor, lo que significa una menor cantidad de agua y una menor superficie regada.
“Esa es una situación que ya estamos viviendo que ya tenemos con claridad y que no vamos a poder modificar, lo que se riega por la presa, ese volumen de agua que llega a las parcelas se aprovecha cuando mucho el 20 por ciento, es decir, hay un 80 por ciento que no impacta en la agricultura, que se va a evaporar, a infiltrar o se va a las barrancas”.
Señaló que más del 70 por ciento de la superficie agrícola es de temporal, es decir hay que esperar la temporada de lluvias para sembrar, entonces, si no hay lluvias, no hay siembra y no hay cultivos expuestos.
Ante eso, añadió que son sistemas muy ineficientes que corren a través de canales, entonces se inunda en un momento, pero después ya no hay agua, por lo que propone que sean sistemas entubados.
Explicó que con ese modelo, se logra que el agua no se evapore y que no se infiltre y, que la cantidad de agua que circula es la que llega a la parcela y ya dentro de ella, se hace un uso de una forma eficiente.
“Existen diferentes sistemas de riesgo, desde el sistema de riegos por compuertas, el sistema de riego de aspersión y de microaspersión hasta los riegos por goteo que ya se están incrementando, porque son muy eficientes, son muy económicos y eso hace que el recurso rinda para más superficie o al menos no tenga deficiencias”.
Cabrera Mauleón, aclaró que, todavía no es temporada de lluvias, sin embargo, eso hace sentir que hay una situación más grave, es el incremento de las temperaturas y eso sí genera alarmas.
El profesor de la Facultad de Ingeniería en Agronomía de la UPAEP, recordó que el establecimiento de la temporada de lluvias vendrá a partir de mayo y junio.
Sin embargo, dijo, hay una afectación, porque el año pasado se desfasaron mucho las lluvias y la temporada empezó más tarde y eso generó una situación de incertidumbre porque los propios agricultores tuvieron que retrasar su fecha de siembra.
“El agricultor va con esta incertidumbre porque no tienen la certeza de cuándo y cuánto va a llover y muchos se aventuraron a sembrar esperando que lloviera y no llovió”, finalizó.