En la vida pública y política de la actualidad, se viven antagonismos brutales entre los diferentes actores políticos que pueden poner en riesgo que el país se caiga a pedazos, alertó el politólogo de la UPAEP, Juan Pablo Aranda Vargas.
"En México, existe una lógica de campañas que empiezan desde mucho tiempo antes, además que son violentísimas".
El académico de esa casa de estudios señaló que todos ven que los partidos políticos se destruyen internamente para ver quien queda en la contienda por la presidencia de la república, cuando en realidad, todavía están lejanos los tiempos electorales.
“Lo que estamos viendo como país es que se está perdiendo la capacidad de hacer procesos electorales y comicios que se presentan en un momento en que el país no se caiga hecho pedazos. Tenemos los peores gobiernos, los gobiernos más antidemocráticos, algo que no nos sirve, porque así, la sociedad mexicana no puede avanzar".
Sobre todo, recordó el director de Formación Humanista de esa institución, en el 2006, quien promovió esa manera de hacer política fue Andrés Manuel López Obrador y lo sigue haciendo y no ha cambado hasta la fecha, no ha cambiado en esa lógica.
Desde su perspectiva del análisis político, dijo Aranda Vargas, las campañas tienen que estar orientadas en una lógica, ya no de promesas de campañas, porque decimos muchos los qué, pero no se dicen los cómo.
“Los candidatos se llenan la boca de eso, pero nunca nos dicen cómo, entonces ellos dicen que tenemos problemas de agua, pero dígannos cómo lo van a resolver, dicen que tenemos problemas de pobreza, dígannos cómo lo van a resolver”,.
Lo que se observa en unas campañas electorales que están muy adelantadas, es un fuerte desgaste que, hay que evitarlo, porque gane quien gane, el partido que sea va a ser el gobernador o la gobernadora de todas las personas que estamos en Puebla, al que hay que respetar como el jefe o jefa del ejecutivo.
Por eso, advirtió que, lo que no estamos viendo son campañas que nos lleven a eso, a un fortalecimiento institucional, a darle continuidad a los proyectos sociales que han funcionado, pero también a retirar los que no han funcionado.
“Lo que estamos viendo es uno de los momentos políticos más sucios, más concentrados en descalifica al oponente y el problema es que nuestros gobiernos también se están convirtiendo en eso”.
Por eso, se observa la confrontación todo el tiempo y al final quien sufre es la población, que ese es el gran problema que se identifica.