"El voto electrónico es un mecanismo que tarde o temprano lo vamos a ver en nuestro andamiaje jurídico electoral, aunque dudo mucho que pueda avanzar porque no está en el centro de la discusión actual en materia de reforma político electoral”. El analista político de la Ibero Puebla, Roberto Alonso Muñoz, recordó que, el plan B no lo incluía, pero sí lo incluía la propuesta original del presidente Andrés Manuel López Obrador, entre algunos otros puntos positivos, que tenía esa propuesta de reforma electoral.

Destacó que, entre esos puntos, estaba la reducción del tamaño de los Congresos y de los cabildos, un reparto más equilibrado de la representación proporcional y la reducción de los tiempos de los partidos políticos en medios de comunicación.

Por eso, dijo que dentro de las propuestas del plan original de la reforma político electoral, estaba el voto electrónico y era de lo más rescatable de ese planteamiento.

Y es que, para que fuera una realidad en 2024 tiene que estar en propuesta en una reforma legislativa antes de principios de septiembre del año, pero no se ve en el horizonte.

“Ya se ha habían hecho ejercicios, procesos electorales que han recurrido a este mecanismo para algunas casillas, que ha funcionado bien”.

Además, la experiencia global, que no responde 100 por ciento al contexto mexicano, avala este tipo de medidas, que no es precisamente la experiencia mexicana.

Alonso Muñoz, recordó que, el país transita a un contexto en que pueda haber una mayor recepción de este mecanismo si se justifica en la parte de los ahorros que habría en la impresión de boletas.

Incluso, dijo el coordinador de la licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Ibero Puebla, para hacer más eficiente la participación electoral en lugares remotos e incluso el voto fuera del país, si se presentara una modalidad que lo facilitara.

“No lo veo para el proceso ordinario del 2024, en todo caso habrá algunas urnas que lo permitan, como ya se ha hecho en otros ejercicios”, sin embargo, dijo, "puede resolver algunos problemas de participación y hacer más eficiente el uso de recursos públicos”.

“La gran bondad del voto electrónico tiene que ver con el ahorro de recursos públicos y también con un conocimiento mucho más pronto de los resultados electorales, eso lo ha hecho muy bien el INE, que ha dado mucha certeza en los resultados”.

Incluso, dijo, lo ha hecho muy bien en la jornada electoral, pero con el voto electrónico no se tendría que esperar al miércoles siguiente para conocer los resultados oficiales, “habría eficiencia en el uso de los recursos y responden al argumento de la autoridad para el ahorro presupuestal”.

Por eso, afirmó Roberto Alonso, sería un motor para el ahorro en las elecciones, algo que respalda la propuesta de simplificación administrativa del presidente, la redistribución de los recursos sería el principal motor para la introducción de este mecanismo si se logra implementar.

Sin embargo, una nueva reforma electoral es poco probable con el proceso electoral encima, por eso, sería una realidad en futuros sexenios.