La informalidad laboral cercana al 70 por ciento que se registra en Puebla, pegan a los ingresos del Estado y por eso no pueden realizar acciones, obras y servicios.

La coordinadora de la licenciatura en Economía y Finanzas de la Ibero Puebla, Mar Estrada Jiménez, señaló además que, la política no está enfocada en eso, en combatir la informalidad, “no hay interés para hacerlo, no hay políticas desde el gobierno federal ni de los gobiernos estatales”.

Señaló que eso está vetado desde la política pública y no existe una prioridad para los gobiernos, y añadió que los periodos de gobierno son cortos (6 años) y la informalidad se puede combatir en el corto plazo “pero tiene que ser una política que venga desde el gobierno federal”.

La académica propone un cambio estructural, lo que incluye una política económica, una política laboral y una reforma hacendaria, “tendría que ser todo eso al mismo tiempo”.

Por eso, se debe impulsar un cambio en los términos laborales, pero no hay interés de este gobierno de hacerlo, “no ha habido interés de ningún gobierno de hacerlo, al contrario, nada más ven a los empresarios, procurarlos, pero a los trabajadores nada y así ha sido por mucho tiempo”.

La economista reconoció que el aumento al salario mínimo que ha ocurrido puede coadyuvar un poco, que ayuda un poco, sin embargo, al haber inflación y no cubrirla quedamos casi igual.

“Sería mucho pero que no hubiera ese grado de incremento en el salario mínimo con esa inflación porque eso sí hubiera afectado muchísimo a las familias mexicanas, sí ayuda un poco pero no es suficiente todavía”.

El comercio informal no abarca toda la informalidad, pero sí es una parte importante, porque los niveles son bastante altos en Puebla y somos de los Estados que tenemos los niveles más altos de informalidad laboral y eso es preocupante.

Estrada Jiménez, dijo que, el porcentaje de informalidad es cercano al 70 por ciento y eso es el porcentaje que no paga impuestos en Puebla.

“En primer lugar los ingresos son menores, además tenemos alta población en pobreza, las personas no pueden alimentarse de manera adecuada, no cubren sus necesidades ni una alimentación adecuada y no tienen servicios".

La economista de la Ibero Puebla apuntó que la informalidad laboral se traduce en un fenómeno que mina los ingresos de las personas.

“Entonces, la calidad de vida en términos generales de las personas se ve deteriorada a partir de que no hay acceso a un empleo adecuado, sin tomar en cuenta el desempleo”.

Finalmente, explicó que las personas que trabajan en la construcción pasan largo tiempo sin tener trabajo, “muchas personas viven así y eso es un deterioro muy grande en su calidad de vida”.