Aunque el exaspirante presidencial de Morena, Marcelo Ebrard Casaubón, se encuentra en la indefinición de su futuro político, quienes se encuentran en una encrucijada son sus seguidores e integrantes de su equipo, que han declarado que no se irán del partido político.

Lo complicado, dijo el director del Instituto de Ciencias Jurídicas (ICI), Germán Molina Carrillo, es que, si se presenta un rompimiento del excanciller con Morena, sus cercanos seguramente serán los apestados en el equipo de campaña de la virtual candidata a la presidencia de la república, Claudia Sheinbaum Pardo.

Lo anterior, aunque la coordinadora nacional de la Cuarta Transformación diga que las puertas del instituto político están abiertas, sin embargo, dijo el analista jurídico, en su momento les harán pagar el hecho de haber apoyado a Marcelo Ebrard.

Por eso, esos simpatizantes de Ebrard Casaubón, hoy no saben a ciencia cierta qué camino tomar, si participar activamente en la posible batalla legal que ha propuesto el excanciller en contra del partido para repetir el proceso o alinearse.

Incluso, dijo, eso podría llevarlo al rompimiento, o continuar en el partido, sabiendo que les esperan seis años de exclusión y de estar fuera de la nómina gubernamental, “de ese tamaño es el dilema de los seguidores de Marcelo Ebrard, en estos momentos”.

Recordó que, la petición de Ebrard Casaubón a la dirigencia nacional y a su anterior protegido Mario Delgado, de repetir la elección y que se investiguen las anomalías del proceso, quedará en el olvido ya que la cargada, desde el presidente de la república, hasta los 22 gobernadores emanados de Morena, han salido a dar su respaldo público para Claudia Sheinbaum.

Ahora es ella, la que será la candidata a la presidencia de la república, por eso, también mantiene el apoyo de los diputados y senadores de Morena y aliados, algunos de ellos, que apoyaron públicamente las aspiraciones de Adán Augusto y Ricardo Monreal, de lo que, ya ni se acuerdan y ya se sumaron al equipo de campaña de Sheinbaum para ver que les toca en el próximo gobierno.

Es evidente, dijo Molina Carrillo, que para cualquiera de los aspirantes como Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal, era prácticamente imposible que lograran modificar las condiciones en que se dio el proceso para ganar las encuestas y la votación para definir al Coordinador Nacional de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación.

Lo anterior, porque la ventaja de Claudia Sheinbaum ya era insuperable y ni hablar de la participación de las corcholatas comparsa, como Gerardo Fernández Noroña del Partido del Trabajo y de Manuel Velasco Coello, del Partido Verde Ecologista de México.

Y es que, desde el inicio de la contienda interna de la coalición sabían que sus posibilidades eran nulas y que sólo competían para demostrar la fuerza de su militancia y que su peso es importante para apuntalar la eventual victoria de la candidata de Morena y sus aliados.

Por eso, después de darse a conocer las encuestas que hicieron ganadora a Claudia, las corcholatas perdedoras se sumaron al proyecto y reconocieron su triunfo y hasta manifestaron públicamente su respaldo, a excepción de Marcelo Ebrard, a pesar de que, fueron víctimas de un proceso amañado desde la presidencia del país.