Con el incremento de unidades de transporte particular en la zona metropolitana de la Ciudad de Puebla, el crecimiento urbano desordenado y la falta de planeación, hoy los traslados llegan hasta la hora y media, lo que la acerca a las 2 horas y media de la metropolización de la Ciudad de México y del Estado de México.

A decir del urbanista de la UPAEP, Octavio Flores Hidalgo, todavía no se visualiza una situación como la zona metropolitana de la Ciudad de México, donde los traslados llegan a ser hasta de 2 horas y media.

Por eso, dijo que, todavía no tanto pero actualmente le andamos pegando a más de una hora y hasta a hora y media de traslados, entonces, aunque hay condiciones, por hoy nada más son por cuellos de botella y no porque estén muy lejos.

El profesor de la Facultad de Arquitectura de esa institución dijo que, son por la forma en que nos conducimos y la forma en que hemos saturado el espacio urbano, pero si le vamos a andar pegando en algunos momentos a hora y media en horas pico.

Desde su perspectiva urbanista, eso es inconcebible porque desde Tlaxcala para acá llegas en 40 minutos y no es posible que al interior de la Ciudad de Puebla tardes hasta hora y media como tope para llegar a un destino.

“Entonces ocurre que dentro de la ciudad tienes este ritmo de vida en que estás perdiendo muchas horas de tu vida solo en el traslado, esto no es nada humano, eso pasaba solo en traslado de mercancía”.

El académico recordó que, cuando se planteó el periférico que era una intención de contención y que toda la parte ecológica debió haber estado, “pero se les olvidó lo ecológico”, pero con eso, permitieron el incremento de la vialidad y lo único que permitió fue la expansión.

Lo que ocurrió con el periférico ecológico, dijo Flores Hidalgo, es que al momento en que meten la vialidad y llega la gente a vivir en torno a la obra, eso es todo lo que ocurre siempre.

Entonces, reiteró, es un problema más bien de concepción, que meten más vialidades y creen que van a hacer más ágil todo y ocurre al contrario, se genera mayor saturación.

Por eso, lo que tenemos que hacer es cambiar la forma de hacer las cosas y romper los paradigmas de los setenta que están rebasados y nos han demostrado que el agotamiento del suelo y de los recursos y de la infraestructura está en la puerta, de aquí a la siguiente esquina.

Además, se complica la dotación de los servicios públicos, pues se pueda agudizar y precarizar por la falta de distribución de la ciudad y la zona metropolitana, además, están en algunos precarios, con la calidad de 3 pesos y otros subutilizados.

“Tenemos lugares como Amalucan, la Gabriel Pastor, El Mirador, de estas maravillosas colonias de los primeros crecimientos urbanos de Puebla, están subutilizadas porque tienen a una cuarta o quinta parte de la población original, entonces esos nichos están ahí y nadie los está aprovechando”.

En cambio, estamos mandando estas venas que se van adelgazando y adelgazando hasta ya lo mínimo a lugares sumamente extremos.