A pesar de tantas políticas sociales puestas en marcha en los últimos años en México en materia de combate a la pobreza, todavía estamos muy lejos de lograr mejoras sustanciales en las condiciones de vida de la población del país, sobre todo de los grupos más vulnerables.

A decir del rector de la Ibero Puebla, Mario Patrón Sánchez, en otros ámbitos de la vida pública del país, se observan retrocesos preocupantes, como las áreas de derechos humanos, la seguridad pública, violencia y combate a la corrupción.

Nos encontramos, dijo, sobre la base de las profundas y persistentes asimetrías que han caracterizado la historia de las sociedades de Latinoamérica y durante los últimos años se han agravado amenazas para la vida cotidiana de nuestras poblaciones, relacionadas con la violencia y la inseguridad.

Además, que, han generado afectaciones serias los efectos del cambio climático, pero también, los avances que estaban en curso en la región sufrieron un descalabro importante a causa de la pandemia provocada por la Covid-19 que produjo retroceso en todos los ámbitos y profundizó las condiciones de precariedad en un tercio de la población.

En ese escenario, el administrador de esa institución jesuita dijo que, México acude el 2 de junio a la cita electoral más grande de su historia con cerca de 100 millones de personas convocadas a votar por un total de 20 mil 375 cargos de elección popular.

Entre esos casos, dijo el rector Patrón Sánchez, destaca la presidencia de la república, 128 senadurías, 500 diputaciones federales, 9 gubernaturas, entre ellas la de Puebla, además de su Congreso estatal y 217 presidentes municipales.

Entre las gubernaturas, dijo, hay otras 4 entidades federativas de la región sur sureste que también eligen al titular del poder ejecutivo, “este gran ejercicio de elecciones se presenta en una coyuntura histórica marcada a nivel mundial por la creciente pérdida de confianza en las instituciones”.

Tampoco existe confianza en la democracia y en sus representantes, dadas sus patentes limitaciones para dar respuesta a los desafíos de enorme complejidad y riesgo a los que se enfrenta la sociedad en su vida cotidiana.

Asimismo, expresó el rector de la Ibero Puebla, existe una baja satisfacción con la democracia entre la sociedad actual que se refleja en la intención del voto de los ciudadanos, que no encuentran soluciones a problemas añejos y emergentes.

Por lo anterior, dijo, es urgente plantear alternativas para el combate a la pobreza y eso se empieza por el estudio y análisis de las condiciones laborales y los salarios mínimos de los trabajadores del país.

Recordó que, desde el Observatorio de Salarios, la institución jesuita propone y aborda alternativas para combatir la pobreza.

Previamente, comentó que, las cifras sobre la pobreza patrimonial en el país reflejan el efecto a largo plazo de las condiciones estructurales de desigualdad presentadas históricamente, por lo queo ofrecen una perspectiva menos optimista.

Y es que, de acuerdo con información mundial sobre desigualdad, en México el 10 por ciento más rico de la población posee cerca del 79 por ciento de la riqueza del país.