El aumento constante de las temperaturas globales en los últimos 18 meses ha llevado a especialistas a cuestionarse si el calentamiento global se está acelerando más rápido de lo previsto o si se ha subestimado la capacidad de autorregulación del planeta, advirtió Francisco Estrada Porrúa, titular del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM.
Durante un encuentro académico, Estrada Porrúa enfatizó la necesidad de replantear las estrategias climáticas, integrándolas a una visión de progreso económico más allá del enfoque tradicional de justicia ambiental.
En este sentido, el profesor del Posgrado en Economía Ambiental y Ecológica de la Facultad de Economía subrayó la urgencia de orientar políticas públicas, especialmente en materia de inversión, hacia metas de mitigación y deforestación cero, alineadas con los Acuerdos de París. “La acción climática cuesta, pero también genera grandes beneficios”, puntualizó.
Por su parte, Provencio Durazo destacó que para lograr una verdadera transformación se requiere fortalecer y reconstruir las instituciones a todos los niveles. “Es fundamental dotarlas de capacidades de ejecución, como se propuso en el Plan de Desarrollo ante la Secretaría de Hacienda”, afirmó.
En el mismo foro, Naxhelli Ruiz Rivera, titular del Seminario Universitario de Riesgos Socioambientales del Instituto de Geografía (IGg), hizo un llamado a vincular las amenazas climáticas con los derechos sociales.
Al presentar el tema “Riesgos sociales asociados a desastres climáticos en México”, expuso que reducir los riesgos sociales implica atender las estructuras de oportunidades y no solo contabilizar los daños materiales.
Ruiz Rivera reveló que 22.5 millones de personas en México están a cargo del cuidado de otras, mientras que 38 millones requieren algún tipo de atención, de los cuales el 80% son niñas, niños y adolescentes; 10% adultos mayores y otro 10% personas con discapacidad. Además, alertó sobre las condiciones precarias de las viviendas: 35.3 millones presentan carencias graves y casi la mitad enfrentan problemas de humedad o filtraciones.
Como ejemplo del impacto del cambio climático, la investigadora recordó el caso del huracán Otis, que afectó a 296 mil menores de edad en México, quienes sufrieron consecuencias como explotación sexual, deserción escolar, enfermedades y malnutrición. “Esta es la cara del riesgo social”, concluyó.