Saadi Gadafi, hijo del fallecido ex líder libio Muamar Gadafi, que pretendía entrar a México, es conocido como empresario y jugador del futbol profesional, aunque su vida ha estado envuelta en escándalos de abuso de drogas y alcohol.

Saadi, quien estaba dispuesto a negociar con los rebeldes para detener el derramamiento de sangre en Libia, huyó en septiembre pasado tras la caída de Trípoli hacia Níger, cuyo gobierno le concedió el estatus de refugiado.

El gobierno de México anunció este miércoles la realización con éxito de una operación de la inteligencia mexicana que impidió la entrada ilegal del hijo de Gadafi y otros miembros de la familia al país.

Empresario y futbolista profesional, Saadi es el tercer hijo de Gadafi y fue comandante de las fuerzas especiales de su país hasta la caída del régimen de su padre en septiembre pasado.

Su carrera como futbolista profesional se inició en la liga de su país, donde se convirtió en el único jugador cuyo nombre podía ser pronunciado por los narradores de los partidos, además de que fue presidente de la Federación de Futbol de Libia.

Durante su gestión como dirigente del futbol en su país, Saadi contrató los servicios del futbolista argentino Diego Armando Maradona y del canadiense Ben Johnson como asesor y entrenador personal, de manera respectiva.

Saadi fue contratado por el equipo de Malta Birkirkara FC, de donde dio el salto a la liga italiana en el club Perugia de la Serie A, pese a varios escándalos por su mala gestión al frente de la Federación y como capitán de la selección libia.

Aprovechando el poder de su padre, Saadi se compró un puesto como titular en la Liga de Campeones con un equipo de la primera serie italiana.

Sin embargo, su carrera futbolística colapsó cuando dio positivo por nandrolona durante su paso por el Perugia, por lo que fue suspendido tres meses y tiempo después se retiró durante la temporada 2006-2007 cuando jugaba con el UC Sampodria.

Saadi Gadafi, junto con su hermando Saif al Islam, es acusado por las autoridades libias de reprimir al mando de unidades militares a miles de ciudadanos libios que exigían la renuncia del coronel Muamar Gadafi desde febrero pasado.

Durante la revuelta popular contra su padre, Saadi fue capturado el 21 de agosto pasado por las tropas del Consejo Nacional de Transición de Libia (CNT) cuando desempeñaba su labor como coronel de las fuerzas armadas.

Tras una confusión de las tropas del CNT, Saadi logró escapar y refugiarse en Níger, a donde ingresó el 11 de septiembre en un convoy.

Desde su refugio en Níger, el hijo de Gadafi habría contactado a una organización criminal internacional que lo ayudaría a ingresar de manera ilegal a territorio mexicano.

La operación fue desmantelada por los servicios de inteligencia mexicanos, informó este miércoles el secretario de Gobernación de México, Alejandro Poiré, y la vocera del gobierno federal, Alejandra Sota.