La Puebla del futuro revivió a un clásico de la televisión del siglo pasado: México, Magia y Encuentro, con un remate grupero.

Hubo dos cierres de la fiesta del 5 de Mayo: el VIP en la zona de Los Fuertes y el concierto popular en el estadio Cuauhtémoc, en una espera interminable de casi 7 horas. Ambos eventos se retrasaron, una hora y media, debido a la lluvia, la misma que se repite cada 5 de Mayo como letanía.

Pero el aguacero que pospuso los eventos no alteró la agenda de las televisoras Televisa y TV Azteca que, como casi nunca en la historia, esperaron hora y media la transmisión del Orgullo de México para transmitir dos horas del show en el que se convirtió la “Batalla de Puebla, grabada en los corazones de los mexicanos”.

El espectáculo transmitido por la televisión recuperó las producciones de Siempre en Domingo, como ardua referencia de las coreografías folclóricas de indígenas estilizados con indumentarias de utilería, así como de representaciones casi poéticas para anestesiar cualquier músculo cerebral.

En un alarde patriótico, ya como el último estertor de la jornada de la fiesta nacional, el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, le dio su propia moraleja al 5 de Mayo de 1862, como método de autoayuda del colectivo nacional en tiempo real: “Aprendimos que no hay enemigo, por invencible que parezca, que no podamos derrotarlo cuando nos decidimos a hacerlo”.

Así como la lluvia frenó al Ejército francés, las estrellas del “Canal de las Estrellas” acabaron con la poca patria que todavía quedaba del triunfo de la República sobre el Imperio.

Sin miramientos, la historiografía nacionalista del pasado se sometió al verdadero imperio de la televisión que arrasa cualquier historia.
La excantante del grupo Kabah, María José, hizo un dúo patriótico con Espinosa Paz.

No cabe duda que por mucho primer mundo y ambiciones mundiales, las televisoras siempre reviven sus viejos programas y coreografías como las de México, Magia y Encuentro, en un remix de lo mejor de Televisa para corear al unísono “¡Qué viva la patria!”

El remate grupero en la patriótica fiesta demostró cuán moderno se puede ser cuando Espinosa Paz ornamenta un espectáculo televisivo.
Pepe Aguilar cantó el Himno Nacional con la ayuda de teleprompter.

El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, dio un escueto discurso en el que justificó la estrategia del pragmatismo político: “Yo tengo patria, antes que partido”, citando las palabras del general Miguel Negrete. Además, planteó que nuestro país requiere triunfos con perspectiva de Estado y visión de futuro.

Ximena Navarrete —fue la presentadora del evento y a partir de su guión también reescribió la propia historia del 5 de Mayo, diciendo que hasta los ángeles socorrieron la ciudad: “Los ángeles de Puebla se unieron a la batalla”.

Una representación coreográfica de la “Danza de los volcanes” digna de lo mejor del México de Televisa, y hasta Chayanne apareció para deleite de los conocedores de su música.

En el Tse desató una polémica entre seguidores —incluidos bots— de Rafael Moreno Valle, y tuiteros que cuestionaron el gasto del espectáculo televisivo y la larga espera en el estadio de futbol, lo que interpretaron “mínimanente” como una descortesía.

Pero a la par del evento VIP televisado, la gente que se dio cita en el Cuauhtémoc pasó del ánimo al desánimo y al enojo para reencontrarse ya bastante entrada la noche con su cantante preferido, Marc Anthony.

Las puertas del estadio Cuauhtémoc se abrieron desde las 17:00 horas y a las 23:20 apareció Marc Anthony, pero en las pantallas del estadio. La espera se prolongó otros 40 minutos.

La molestia corrió entre los asistentes al estadio Cuauhtémoc al mirar al cantante en las pantallas cuando lo esperan en el coloso de futbol.

A las 23:40 horas, ya con el estadio con visibles huecos se anunció que la entrada al para escuchar al cantante Marc Anthony sería sin boleto.

Sin embargo, la excantante de Kabah de plano suspendió su presentación en el estadio Cuauhtémoc. El ambiente se tensó por la prolongada espera.

El enojo en el estadio amainó cuando se anunció que se adelantaba el concierto de Anthony.

Casi a las 24:30 horas apareció en el estadio de futbol el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, acompañado de su esposa Martha Ericka Alonso.

Los seguidores de Anthony corearon sus rolas y la patria volvió a ser la misma de siempre.