Unos amantes en Kenia pasaron el peor día de su vida en pleno acto sexual, pero lo peor, fue que ellos mismos tuvieron que llamar a la policía. 

Según la declaración del esposo, él sospechaba que ella lo engañaba, por lo que recurrió a un brujo para que hiciera un trabajo de magia negra y de esta forma comprobar que efectivamente su esposa le estaba "poniendo los cuernos". Al parecer el hechizo funcionó a la perfección.

Los oficiales no pudieron ayudar a los involucrados, pues no sabían qué hacer ante tal situación; por lo que el amante accedió a pagarle 20 mil chelines al esposo para que trajera a un pastor local que pudiera terminar con la brujería. 

Después de algunos rezos, la pareja por fin pudo separarse; pero su calvario no terminó ahí, ya que debido a todo el movimiento, los vecinos y medios locales se dieron cita a las afueras de esta casa para ser testigos del hecho y grabar lo que acontecía. 

De hecho, la mujer fue repudiada por todas las personas presentes; mientras que su amante fue blanco de burlas y desacreditaciones.