Quedaron atrás las largas filas y la desesperación por conseguir un boleto para subir a la rueda de observación, llamada también la Estrella de Puebla.
Ahora, luego de reanudar actividades tras dos días de estar detenida por una falla eléctrica, hubo poca gente que pretendía subir en los primeros minutos de ponerse en marcha.
Las filas no fueron de cientos de personas, si acaso unas 150 personas esperaron con calma y paciencia subir a la estructura de más de 80 metros de altura.
Para evitar problemas y tumultos, como los de días anteriores, la Secretaría de Transportes simplemente determinó que no se dieran boletos, ahora conforme iban llegando iban subiendo.
También dieron preferencia a las personas que tenían boleto y que no pudieron subir el pasado lunes, cuando falló la tecnología alemana y había por lo menos 500 personas esperando su turno para subir.
De ese grupo, ahora sólo se habían presentado a las 11 horas como 11 personas. “Yo sí quiero subir, a lo mejor a todos los que estaban cuando falló les dio miedo”, dijo un joven ansioso por estar en la cima de la Estrella de Puebla.
Una pareja de la tercera edad era la primera en la fila de la gente sin boleto, pero para estar ahí madrugaron desde las 7:30 para subir después de las 11 horas.
“Llegamos a las siete de la mañana a formarnos, para entrar a la vuelta de las 11, oímos que está reparada, ya no hay problema, la checaron y rechecaron, que viniéramos con boleto o sin boleto nos van a dejar subir”, dijo la señora López.
—¿Tiene muchas ganas de subir?
—Sí, cómo no; se debe ver muy bonito el panorama, hay que aprovechar que tenemos esto y está nuevo.
—¿No tiene miedo por la falla?
—No, es alta tecnología, que todo tiene supervisión, control de calidad, una falla como cualquiera, no hubo accidentes, no hubo personas neuróticas que se espantaran, los bajaron bien, no hay que tener miedo. Me da confianza que es un equipo alemán.