La dirección de Protección Civil municipal decomisó un total de 200 kilogramos de explosivos que peregrinos guadalupanos trataron de usar para las conmemoraciones religiosas en diferentes partes de la ciudad.
El decomiso se realizó desde la noche del miércoles y parte de la madrugada del jueves en la vía pública que peregrinos detonaban en las afueras de las iglesias, principalmente del sur de la ciudad y el centro histórico.
En este sentido, el titular de la dependencia, Gustavo Araiza Salvatori, destacó que aún cuando la medida provocó molestia entre los jóvenes y feligreses que lanzaban los cohetes de toda clase para empezar con las celebraciones guadalupanas, todo se llevó en completo orden y sin problemas.
Indicó que esta situación se presentó principalmente a las afueras de los templos y algunas viviendas, por lo que personal de Protección Civil procedió al decomiso de los artefactos explosivos.
Ariza Salvatori aseveró que la medida fue implementada por el área de Protección Civil ante el llamado constante de vecinos, quienes cansados de escuchar durante la noche y madrugada las detonaciones, solicitaron la intervención de los cuerpos de seguridad pública y a través del 066 acudió el personal para decomisar la pirotecnia.
El decomiso de los cohetes se dio principalmente a las personas que realizaban peregrinaciones, ya que durante su paso había gente que llevaba bolsas con este tipo de explosivos y para evitar que sufrieran algún tipo de accidentes como quemaduras, los invitaron a entregarlos, sin registrarse ninguna oposición.
Ariza Salvatori resaltó que el decomiso se dio principalmente en calles de colonias del sur de la capital poblana, como en La Guadalupana, La Rosa y en el centro histórico, cuyos peregrinos intentaban llegar al santuario de la Virgen de Guadalupe en el Paseo Bravo.
Señaló que los sacerdotes y sacristanes con antelación solicitaron a los feligreses la no utilización de pirotécnica, precisamente para no generar accidentes —como ha sucedido en celebraciones pasadas—, donde incluso algunas personas han perdido la vida.
Cabe destacar que los accidentes se incrementan hasta 40 por ciento por la irresponsabilidad de las personas sobre el uso de este tipo de explosivos, lo cual puede ocasionar desde quemaduras de tercer grado o la amputación de algún miembro.
Indicó que en el caso de este tipo de explosivos, uno sólo puede contener hasta 10 gramos de pólvora, suficiente para amputar el brazo completo de un menor y, en consecuencia, tener lesiones de por vida y que en un futuro afectan el desarrollo del menor.
El funcionario precisó que las lesiones más comunes que se presentan a los menores de edad son quemaduras en manos, glúteos y entrepierna, donde regularmente los niños guardan la pirotecnia o, en casos extremos, las amputaciones de manos o dedos.
Por ello, exhortó a los ciudadanos a denunciar si detectan la venta o el uso de los explosivos para que la dependencia se coordine con otras instancias para el decomiso de los cohetones.