El arzobispo de Puebla Víctor Sánchez Espinosa anunció que el padre provincial de la Orden Franciscana entregó en custodia a la arquidiócesis el templo de Los Remedios, ubicado en la parte alta de la pirámide de Cholula, mismo que tuvo durante 420 años; el motivo fue la falta de personal.

En entrevista, el arzobispo aclaró que seguirán siendo los barrios de la región quienes se encarguen de la organización del templo y que la imagen de la Virgen de los Remedios seguirá bajando en la peregrinación para que los pobladores de la milenaria ciudad le rindan culto.

Tras la entrega del templo, que resultó seriamente afectado por los sismos de 1999, la arquidiócesis nombrará a un capellán que subirá los domingos para oficiar misa. Comentó que era el encargado de la capilla de San Gabriel el mismo que subía al cerro para realizar los oficios religiosos, ahora será de manera similar pero con un capellán del clero secular.

Sánchez Espinosa explicó que se respetarán los usos y costumbres de la población para que la imagen visite los 10 barrios que contemplan no sólo a San Pedro Cholula también de San Andrés. Actualmente se realizan grandes fiestas por cada barrio y hay incluso que esperar para que a las familias les corresponda el honor de ser mayordomos para recibir a la Virgen de los Remedios.

El arzobispo indicó que ahora será la arquidiócesis la encargada del mantenimiento del templo que se construyó utilizando como base la gran pirámide de la ciudad prehispánica de Cholula.

Daños por el sismo

El 15 de junio de 1999 el templo, que acababa de cumplir 405 años, estuvo a punto de derrumbarse a causa de un sismo, y se requirió de aproximadamente seis meses para su reconstrucción, con la participación de la gente. El fenómeno natural causó daños en la cúpula y cimientos, así como desprendimiento de paredes, y fueron artesanos de la región los que participaron en la reparación del inmueble.

La gran patrona y el trueque

En San Pedro, la patrona es la Virgen de los Remedios; así, entre finales de agosto y principios de septiembre, se lleva a cabo la gran fiesta cuando bajan a la imagen para la celebración oficial es el 13 de septiembre con festejos donde se mezcla lo religioso y popular.

Son más de 220 comerciantes los que acudan al tradicional trueque en la plaza de La Concordia, frente a las majestuosas 44 arcadas del Portal de Peregrinos, lugar donde tuvo lugar esta milenaria actividad, quienes —después de venerar a la virgen— aprovechan para intercambiar sus mercancías por otros productos de su conveniencia.

Entre los productos que se pueden encontrar en este ritual de intercambio, en donde se prescinde de la moneda corriente, están los charales, gusanos de maguey, quesos de Chiautla, objetos de madera, hierbas de olor y medicinales, ocote, incienso, nueces, carbón, frutas de diversos lugares de Puebla y hasta ropa, por mencionar algo de la mercancía que se empieza a ofrecer desde las 5 horas.

Estos festejos inician la noche del 31 de agosto con la “Procesión de los Faroles”. Los 10 barrios que recorren las principales calles de la ciudad participan con su respectiva imagen y la imagen “circular”, y justo a las 21 horas empieza la hora santa en el convento de San Gabriel, tiempo que transcurrirá en la espera de los santos.

Mientras tanto, los fieles cantan y rezan lanzando en su trayecto cohetes y anunciando su llegada al santuario de los Remedios, en donde toda la noche se ofician misas y a alrededor de las 2 horas se entonan “Las Mañanitas” en honor a la santa patrona de Cholula.

Lo popular

Por otro lado, durante la celebración religiosa en honor a la Virgen de los Remedios se mezcla lo popular, dando paso a la Feria de San Pedro Cholula, donde se espera la llegada de más de 80 mil visitantes y una derrama económica superior a los 10 millones de pesos.

“El 8 de septiembre es considerado el día de mayor relevancia para este evento, pues se realizan dos de las tradiciones más importantes para los cholultecas: el trueque, actividad con origen milenario que consiste en el intercambio de productos entre los participantes, y la Quema del Panzón —con raíces prehispánicas—, que involucra la quema de un muñeco relleno de fruta”.