“Todos aquí sabemos que para ordeñan los ductos de Pemex se requieren cómplices”, dijo un campesino que permanentemente observa la llegada de pipas de hasta 20 mil litros de capacidad.
En un recorrido realizado por Intolerancia Diario el fin de semana pasado, se encontró que existe un corredor de tomas clandestinas, incluso en algunas partes cercanas a la autopista Puebla-Orizaba, algunas personas cerraron parte del Camino Real y colocaron rejas que le dan entrada a las pipas para sustraer el combustible, algo que todos los habitantes de la zona conocen porque están muy cerca de la población.
Sobre el último reporte de “ordeña” de ductos de Pemex, algunos habitantes de la zona de Chachapa recordaron que se presentó durante la toma de protesta de los presientes municipales de la región la noche del pasado 15 de febrero, y mientras se realizaban los festejos por el cambio de autoridades locales había muchas personas que sustraían líquido de la zona.
“Por lo que hemos visto, el corredor de ordeña de los ductos de Pemex es de aproximadamente 7 kilómetros, pero tienen puntos estratégicos y tienen también un cemento especial para la excavación”.
El corredor del oro negro
Aunque no todos los habitantes de la zona quisieron platicar con el equipo de reporteros de Intolerancia Diario, algunos de ellos revelaron que la “ordeña” de gasolina se presenta de 1990 a la fecha, pero es más notoria en los últimos 20 años, sobre todo desde Amozoc hasta la junta auxiliar de San Jerónimo Ocotitlán, particularmente en el kilómetro 144 más 820 de la autopista.
Pero siempre se ocultan entre los árboles y circulan por los caminos reales que comunican ambas poblaciones y el robo de la gasolina viene desde Tepeaca, pasa por Acajete, Amozoc y llega hasta Chachapa, son los puntos importantes, pero lo peor es que sucede a la vista de todos porque los hoyos para extraer el producto los hacen a menos de 100 metros de la autopista”.
Las mafias que se dedican a la “ordeña” de los ductos de Pemex, revelaron los vecinos del lugar, son hábiles y siempre traen varios técnicos con ellos, pero además es evidente que están bien organizados: “En esta zona (la de Amozoc), entran con mayor frecuencia cuando la milpa está crecida, porque pueden ocultarse y hemos visto que traen pipas de hasta 20 mil litros”.
Las inspecciones de Pemex
Durante el recorrido, en uno de los “oasis” para la extracción de la gasolina, Intolerancia Diario se encontró con una camioneta de Petróleos Mexicanos, con placas XV80647 y número de unidad 07R12000009832, que incluso trae un teléfono para denuncia, quienes pasaron por el lugar en que se encontró la mayor evidencia de la “ordeña” de la gasolina, con manchas grandes del producto y un intenso olor, pero es importante señalar que los hoyos que realizan para la extracción ya no se observan, porque los terrenos ya están barbechados, incluso tiran la señalética colocada por la paraestatal, donde se indica el paso del combustible.
Lo que revelaron algunos vecinos de la zona es que los trabajadores de Pemex realizan inspecciones permanentes, pero solamente observan y se van, por lo que no profundizan en las investigaciones: “Pero no es algo que se pueda ocultar, porque están a unos metros de la autopista, pero actúan de manera inteligente, porque siempre bloquean el camino real por donde entran las pipas”.
El robo en despoblado
Los ladrones del combustible son personas muy hábiles, reiteraron algunos vecinos del lugar, quienes conocen perfectamente la forma en que se conducen para extraer la gasolina, porque primero escarban y a unos 80 centímetros encuentran las tuberías de Pemex, pero aclararon que son muy diestros porque hacen perforaciones totalmente profesionales, pero uno de los problemas es que los dueños de los terrenos cercanos no hacen sus denuncias porque tienen temor y en muchos casos son amenazados.
Al lugar de las excavaciones para la “ordeña”, aseguraron algunos campesinos del lugar, en ocasiones llegan autoridades, incluso observan hasta policías, pero ni así los pueden parar; hasta tienen una hora particular en la que llegan: “De las 2 a las 3 de la mañana es el momento más oscuro, es una hora difícil de despertar”, por eso dijeron que a esa hora hacen sus fechorías, aunque en la actualidad también entran en plena luz del día.
Ductos operados por la mafia
En el recorrido del pasado fin de semana se detectaron tubos con hoyos, lo que evidencia la falta de mantenimiento, pero además —en la salida de Amozoc— estaban abandonadas cuatro patrullas de la Policía Municipal de esa localidad, aunque en la señalética se lee claramente: “Peligro, ductos de alta presión” y números telefónicos para quejas, además del número de emergencia 066, pero es evidente que la falta de mantenimiento y la existencia de ductos viejos facilita la “ordeña” de la gasolina.
Lo peor, dicen vecinos del lugar, es que a los “deshuesaderos” de automóviles de manera permanente llegan autos de la marca Mercedes Benz, por eso concluyen que muchos son “deshuesaderos” clandestinos, camuflados para servir de visores y vigilantes de quienes realizan el hurto de la gasolina.
El llamado a las autoridades gubernamentales está demás, porque incluso algunos vecinos ya presentaron quejas en el municipio de Tepeaca: “Pero el problema es que la gran mayoría no se atreve a denunciar, pero con todas estas evidencias dígame usted si las autoridades poblanas no lo saben, porque en cada ordeña que hacen se desparrama mucha gasolina y el olor es perceptible desde lejos, pero no quieren hacer nada”, dijo uno de los habitantes del municipio de Chachapa.
El llamado que hicieron los habitantes de la zona es que de manera inmediata las autoridades de gobierno inviertan en el mantenimiento y en el cambio de las tuberías, porque de esa manera pueden evitar graves accidentes como el que recientemente ocurrió en San Martín Texmelucan, y lo más importante es que detengan a quienes roban la gasolina, muy cercano al municipio de Chachapa, tienen lugares especiales para almacenar pero también tienen vigilantes que aparentemente trabajan en el campo.
“Nosotros vemos que por aquí pasa mucha gente, pero andan armados y hemos utilizado los números de teléfonos que tienen aquí para denunciar, pero nadie nos contesta”. Lo cierto es que resulta urgente, que las autoridades tomen cartas en esa problemática porque —como insisten los campesinos— seguramente los delincuentes que roban la gasolina tienen cómplices.