Ir al banco en cualquier punto de la ciudad de Puebla resulta una práctica sumamente riesgosa, ya que si se retira una fuerte cantidad de dinero, las probabilidades de ser asaltado aumentan considerablemente. Apenas el trimestre de este año se registraron por lo menos 35 asaltos a cuentahabientes, según un conteo de los integrantes de Alianza Empresarial, con un monto de más de 12 millones de pesos de botín entre todos los atracos.
Las sucursales bancarias de mayor riesgo para un cuentahabiente son Banamex de la China Poblana y el Scotiabank de la avenida Juárez, donde se han reportado el mayor número de asaltos.
En algunos casos, los delincuentes no esperan a asaltar en las primeras calles a los clientes bancarios, sino hasta han sido seguidos hasta otros municipios, donde finalmente los abordan.
“El monto robado a cuentahabientes asciende a más de 12 millones de pesos, no tenemos el dato de cada uno pero éste es el general”, informó Omar Espinoza Carrillo, representante de la Alianza Empresarial.
Indicó que esta situación se reportó con las autoridades correspondientes por medio de escritos en los que se pide tomen cartas en el asunto y se cumpla con la seguridad en la ciudad de Puebla.
Asimismo, mencionó que buscarán acercamientos con el titular de la Procuraduría General de Justicia de Puebla (PGR), Víctor Carrancá, así como con el secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, y con los representantes del tema en la capital.
Señaló que esperan les proporcionen un esquema general de cómo funciona la seguridad pública en Puebla, para que como empresarios puedan estar enterados a qué sector recurrir en caso de que se presente algún incidente relacionado con la delincuencia.
Las reuniones
Hace apenas unos días el director de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, Facundo Rosas Rosas, se reunió con representantes de las instituciones financieras para refrendar los compromisos que ayuden a frenar el robo a cuentahabientes.
En la reunión se acordó que los representantes de la Banca y de Seproban revisarán los protocolos de seguridad, comunicación e intercambio de información para la atención de eventos delictivos, para tener un canal único de envío y recepción de datos, lo que permitirá mejorar los tiempos de respuesta.
Además, se acordó que los ciudadanos pueden solicitar, a través del 066, acompañamiento a las autoridades de seguridad pública municipales o estatales cuando vayan a realizar transacciones bancarias.
Asimismo, se estableció que las sesiones de trabajo continuarán de manera periódica, a fin de revisar y dar seguimiento a los objetivos establecidos.
En estas acciones están sumados los titulares de Seguridad Pública de los municipios de Puebla y San Andrés Cholula, así como representantes de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) y de Seguridad y Protección Bancaria SA de CV (Seproban).
Ahí, Facundo Rosas exhortó a los titulares de las distintas sucursales bancarias para que se sumen a aportar e intercambiar información, con la finalidad de generar nuevas estrategias de trabajo.
Informó que se diseñó un despliegue operativo en las inmediaciones de los bancos, mismo que funciona bajo un esquema de seguridad y con responsabilidades bien definidas tanto de la Policía Estatal Preventiva como de las corporaciones municipales y de la Policía Ministerial Estatal.
En este encuentro se acordó que los encargados de los bancos proporcionen de inmediato la información sobre el suceso, para que las corporaciones actúen de manera eficaz e inmediata.
Dicha información será compartida con las corporaciones que asistan a la atención de los hechos, con la finalidad de evitar duplicidad en los datos y como una forma de sistematizar la información.
Esta reunión es la tercera en su tipo, ya que el 14 de mayo y 15 de noviembre de 20013 se realizaron sesiones similares que continuarán vigentes para sumar esfuerzos de prevención del delito y protección a los ciudadanos.
Las capuchas
En la pasada administración municipal, el gobierno del edil Eduardo Rivera se lanzó un programa de recompensas, inclusive para quien proporcionara una fotografía de algún delincuente.
Pero aunque no fue fructífera, los delincuentes empezaron a utilizar capuchas para su protección y no ser reconocidos, esconder la cara fue la prioridad por unos días, pero ahora ya volvieron a sacar la cara al no existir ninguna recompensa.
Por ejemplo, el 10 de octubre de 2013 otra víctima se sumó a la cuenta de asaltados en Puebla, pero no se pudo percatar de quién se llevó su dinero; ahora las capuchas lo impidieron.
Sesenta mil pesos fue su botín logrado alrededor de las 14:30 horas. Nadie en una de las calles más transitadas de Puebla pudo hacer nada, mucho menos tomarles la ansiada fotografía para ganarse 50 mil pesos. Las capuchas lo impidieron.
En la calle 16 de Septiembre y 37 Oriente tres sujetos con el rostro cubierto lograron su objetivo. Ni el millonario gasto en cámaras de seguridad que ha hecho el ayuntamiento ha servido.
En este lugar, ante la mirada de decenas de transeúntes y automovilistas en plena “hora pico”, el representantes de una empresa de arquitectos ubicada en dicha esquina fue sorprendido por las capuchas.
Apenas unas calles antes había sacado el dinero de la sucursal de Banamex; jamás se percató que era seguido por los tres delincuentes a bordo de un vehículo.
A unos pasos de la seguridad de la empresa de arquitectos, las capuchas aparecieron, las armas de fuego le apuntaron, lo amedrentaron y lo espantaron las palabras altisonantes que salían de una boca sin rostro.
Los maleantes huyeron tan rápido como llegaron, por el susto ni siquiera se dio cuenta del tipo de automóvil que manejaron.
Sólo vio que uno llevaba chamarra café y otro una sudadera gris y claro, las capuchas fue en lo que en lo que se centró su mirada.
De nada sirvió el dispositivo policiaco, las capuchas desaparecieron junto con los delincuentes sin rostro.
La radiografía
Reportes de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM) en 2013 señalaban que un promedio de nueve personas son asaltadas cada mes si osan retirar grandes cantidades de dinero de un banco.
Hasta antes del asalto de los encapuchados, hasta octubre de 2013 se habían denunciado 86 asaltos de este tipo. Tres personas murieron en los atracos, y sumados todos los botines superaban los seis millones de pesos.
Había hasta esa fecha, 25 detenidos de seis bandas dedicadas a este ilícito los que han sido capturados, según las cifras oficiales. En 68 por ciento se empleó la violencia.
Al menos se han detectado 20 zonas peligrosas para un cuentahabiente en la ciudad, desde colonias populares hasta zonas residenciales con gran plusvalía, nadie se salva.
Huexotitla, Bugambilias, La Paz, la 31 Poniente, Valsequillo, La Margarita, El Carmen, las plazas San Diego, Tolín, Dorada, Las Ánimas y Loreto, Central de Abasto, Prados Agua Azul, El Salvador, Angelópolis, Loma Linda, Las Palmas, Plaza Outlet y el barrio de La Luz.
Según información basada en las imágenes captadas por el Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata (CERI) hay un modus operandi, pero no hay rostros claros.
Las autoridades afirman que los sujetos vigilan a sus presas dentro de las sucursales bancarias, ahí detectan quien retira gran cantidad de dinero. Se habla de complicidades con cajeros, nadie lo ha comprobado.
Mientras se hace la operación, otros delincuentes esperan afuera con paciencia, tras una señal lo abordan al salir o lo asaltan calles más adelante, sin importar si hay testigos o cámaras.
Utilizan sobre todo motocicletas maniobradas diestramente para evitar el tránsito de la ciudad, aunque automóviles con modelos atrasados son también sus favoritos.
Si las victimas viajan en vehículo particular, les tocan el medallón y los amagan, si se resisten rompen el vidrio para robarles el dinero.
En ocasiones visten trajes para sorprender a las víctimas, nadie se espera que un “trajeado” sea asaltante. Ahora las capuchas es el aditamento nuevo.