En el marco de su visita ad limina, los obispos mexicanos informaron al Vaticano que la Iglesia Católica en México cuenta con más de 40 mil personas consagradas y 73 mil catequistas.
Los datos fueron presentados en la reunión del quinto grupo de obispos de México que viajaron a Roma con el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, cardenal João Braz de Aviz, y su equipo de trabajo.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) detalló que durante el encuentro, el prefecto dijo a los prelados que "frente a la realidad de la globalización y el individualismo, es necesario fortalecer la espiritualidad de comunión, en su relación dinámica entre jerarquía y carisma, que debe ser siempre un seguimiento de Cristo".
También se recordó que del 30 de noviembre de 2014 al 2 de febrero de 2016 se celebrará el Año de la Vida Consagrada, oportunidad para "valorar este don de Dios, respetar la identidad de cada carisma, impulsar la fidelidad al mismo y promover las vocaciones".
En un encuentro posterior con el presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, Rino Fisichella, éste manifestó su alegría al saber que México cuenta con 73 mil catequistas y compartió la necesidad de reconocer la labor que hacen y atender a su formación.
Asimismo destacó la urgencia de una adecuada catequesis para la iniciación cristiana; en ese sentido, los obispos comentaron la necesidad de cuidar el contenido y los procesos de la catequesis, que favorezcan la inclusión no sólo de los niños sino también de los adultos.
El quinto grupo de obispos de México también fue recibido por el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Antonio Cañizares Llovera, y su equipo de trabajo, precisó la CEM en un comunicado.
En esta reunión el cardenal Cañizares felicitó a los obispos de México, especialmente a quienes integran la Comisión Episcopal para la Liturgia, por la elaboración de la Tercera Edición Típica del Misal Romano.
Se comentó que el reto actual es impulsar una nueva pastoral de la iniciación cristiana, así como valorar, purificar y fomentar la religiosidad popular, con la ayuda del directorio de esa Congregación sobre la liturgia y la piedad popular.
Recordó, además, que “la liturgia es acción de Dios, por lo que debemos respetarla y formar en esta conciencia a los seminaristas, clérigos y fieles”.
En este sentido Cañizares Llovera refirió que a petición de la CEM, la Congregación para el Culto Divino ha aprobado las traducciones de algunos textos litúrgicos al tzeltal, al tzotzil y al náhuatl.
Explicó, igualmente, que corresponde a cada Conferencia Episcopal hacer la solicitud respectiva para las traducciones a lenguas indígenas, y recordó que el canto litúrgico ayuda a vivir mejor la celebración.
Los obispos de México informaron, a su vez, del trabajo que se hace en este aspecto, tanto en la formación como en la composición; ante ello, el prefecto pidió hacer llegar este trabajo a la Congregación para compartirlo con otras conferencias episcopales del mundo.
La visita ad limina apostolorum, que significa "a los umbrales (de las basílicas) de los apóstoles" (Pedro y Pablo, o sea, Roma), es la obligación que tiene cada obispo católico de rendir cuentas al sumo pontífice sobre el estado que guarda su diócesis; dicho encuentro debe realizarse una vez cada cinco años, según decreto de la Congregación Consistorial.