El próximo lunes 6 de octubre es la fiesta litúrgica del Beato Juan de Palafox y Mendoza, figura importante en el mundo, no solamente religioso sino en el mundo cultural de Puebla. 

Palafox se caracterizó por toda la pasión que entregó en un lugar que por amor a Jesús, por amor a sus semejantes, renunciando a toda la comodidad y a todo lo que la corte española del siglo XVII le brindaba, prefirió a los pobres que el mundo de la Europa tan exquisita del siglo XVII. 

Su padre un hombre noble de Aragón Don Jaime de Palafox y su madre Ana de Casanate. Su padre  que fue de una familia que tuvo un gran contacto con la religión católica y había prestado importantes servicios eclesiásticos decide que su hijo estudie una carrera, primero Palafox va ir a la Universidad más grande en ese entonces del reino español que es la Universidad de Salamanca, ahí como cualquier jovencito de hoy en día va a llevar una vida desenfrenada, una vida de los estudiantes propiamente de la época de Salamanca.

Palafox también descubre que esa vida no le llena nada, no le llena ni le trae nada bueno y entonces hace un cambio radical en su manera de actuar en el mundo y toma el camino al sacerdocio. 

Para ello tiene que estudiar obviamente el derecho canónico, también complementa los estudios de Salamanca yéndose entre otras universidades a Huesca y a Alcalá. La gente de su época, los nobles con los que estudiaba lo veían como loco, no entendían su deseo de entregarse a Cristo.

Ya siendo sacerdote, el Duque de Olivares personaje muy importante dentro de la corte de Felipe IV  decide que Juan de Palafox auxilie al rey en importantes tareas no solo en la vida espiritual de la familia del Rey sino en  todo aquello que esté relacionado con la monarquía, funge como fiscal de consejo de indias, previamente va a ser fiscal de consejo de guerra, lo que quiere decir que Palafox va a gobernar junto con otro grupo de personas los territorios americanos de ultra mar pertenecientes a España. 

Su labor en la nueva España fue formidable entre los años de 1640 y 1642 Palafox tuvo los cargos equivalente al de Presidente de la República, presidente de la Suprema Corte de Justicia, presidente del Congreso, Auditor Fiscal de la Federación, Arzobispo de México y Obispo de Puebla y acá tenía los cargos de Juez de residencia, Visitador General, Virrey, Arzobispo de México y Obispo de Puebla, eso no fue obstáculo para que Palafox tal como lo podemos constatar hoy en día pudiera cartearse para agradecerle a un indígena los obsequios que le hacía. 

Vale la pena destacar que su obra en Puebla a la que llamó Raquel y por la que  hizo un juramento de nunca abandonarla le legó una hermosísima Catedral, la primera Biblioteca Pública que es la biblioteca Palafoxiana, los llamados seminarios tridentinos provenientes del Concilio de Trento. 

Si Puebla hoy es considerada la joya del barroco, se debe esto gracias a Palafox. 

El legado de Palafox no solo  la obra material de sus bibliotecas, de los hospitales que fundó la obra más grande fue su obra espiritual, gracias a Palafox el Obispado de Puebla tuvo una importancia enorme, nuestra ciudad, nuestro estado se llama hoy en día Puebla gracias a él y su relación con Jesús en la entrega a los demás, lo han llevado a los altares y por eso lo conocemos como el Beato Juan de Palafox y Mendoza y la Arquidiócesis de Puebla, celebrará su fiesta litúrgica el próximo domingo 5 de octubre en la Capilla dedicada a él en el Santuario Guadalupano, habrá Misa  de  7, 9, 11 , 1, 5 y 7 de la noche, y sus reliquias estarán expuestas para la veneración desde hoy  hasta el domingo, ojala puedan participar con su familia en esta fiesta de los poblanos.

Que Dios los bendiga y bendiga a sus familias.