La violencia está presente en todos los niveles sociales, desde los niveles socioeconómicos más bajos hasta los niveles más altos, en diferentes porcentajes y diferentes tipos de violencia, pero en todos está presente, afirmó Erika Del Geovanny Badillo, jefa del departamento  de Trabajo Social de la Unidad Médica Familiar (UMF) No 57 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla.

“Cuando llega una paciente violentada a cualquier unidad de medicina familiar (UMF) del Seguro Social, el médico notifica el caso de violencia al Departamento de Trabajo Social, un representante de esa área habla con la paciente,  si ella decide denunciar entonces se hace el enlace con las autoridades ministeriales y con el DIF del estado”, explicó la jefa del departamento.

Del Geovanny Badillo explicó que existen muchos tipos de agresiones, entre las que afectas principalmente a la población, mencionó: la violencia física, verbal, sexual, emocional, psicológica y económica.

Con base en la experiencia, aseguró que el tipo de violencia más frecuente en la población derechohabiente es la verbal, “porque es muy común que te digan floja, inútil, no sabes nada, mujer tenías que ser y entonces así te vas desarrollando y lo ves como algo normal” dijo, y agrego que esta situación no debería de ser considerada normal, “no se puede aceptar una ofensa como algo normal o considerar un defecto de tus características por el simple hecho de ser mujer”, sentenció.

Por ello, aconsejó a las mujeres que estén sufriendo algún tipo de violencia que denuncien, ya que el 90 por ciento de las mujeres no lo hace.

Indicó que una de las obligaciones de Trabajo Social es informar y orientar sobre los procedimientos para realizar una denuncia legal, “el problema es que de momento como se encuentra en crisis, la mujer dice si voy a denunciar, pero no continua su proceso”.

Otro problema que encontramos, dijo, es la herencia cultural, aún encontramos mujeres que no denuncian porque dicen “yo me casé para toda la vida y ahora ni modo, tengo que cargar con mi cruz”.

Para erradicar la violencia, aseguró, tenemos que educar a la población desde el nivel preventivo, aunque en el IMSS tenemos los tres niveles de atención, el método más efectivo y deseable siempre es la prevención.

Al respecto dijo, en el nivel preventivo trabajamos mediante proceso educativo, desde el programa ChiquitIMSS, para niños pequeños, les hablamos de violencia haciendo énfasis en la violencia intrafamiliar, para que el niño identifique y entienda que no es algo normal o natural vivir en violencia.

Después tenemos el programa JuvenIMSS donde trabajamos con mucho énfasis sobre la violencia en el noviazgo, “el 59 por ciento de mujeres poblanas, según datos del INEGI, han sufrido violencia en esta etapa y no obstante se casan con el novio y sigue la violencia”, señaló.

El problema es que las agresiones se van agudizando, haciéndose crónicas, por eso es que hacemos énfasis que no es algo normal que tu pareja te controle, por ejemplo. “Ahora vemos que la prueba del amor es dame tu cuenta y contraseña de Facebook o dame tu celular yo me lo quedo un día para ver quién te habla, no te vistas así, por qué le hablas a fulano”, esto no es normal, es otro tipo de violencia, detalló la trabajadora social.

Tenemos también Él y Ella, para mujeres y varones de 20 a 59 años de edad, donde se les habla sobre violencia intrafamiliar y violencia en la pareja, aquí también se les refuerza y afianza que tipos de violencia existen y como atacarla o como evitarla., porque existen instituciones como el IMSS, que ayudan a prevenir y solucionar.

Otro programa a nivel preventivo es Envejecimiento Activo, donde atendemos a los adultos mayores quienes también reciben violencia, por ejemplo no los ven, no los atienden, entonces tampoco es algo normal, entonces de esta manera atendemos a todos nuestros grupos etarios, a toda nuestra población derechohabiente, mediante proceso educativo atacamos la violencia.

Erika Del Geovanny hizo énfasis en que existen instituciones, como el IMSS, dispuestas a ayudar, tanto a la mujer violentada, como al hombre violento.

Aseguró que la intención de denunciar es acabar con la violencia y dar tratamiento, no se trata de decir “sufres algún tipo de violencia divórciate o sepárate”, se trata de que las instituciones brinden apoyo para llevar una terapia de pareja o de familia, “porque muchas veces la mujer no lo externa por miedo a que no tienen un trabajo, miedo a que no le van a alcanzar sus ingresos económicos o simplemente porque no se quiere quedar sola”.

En el nivel de tratamiento contamos con apoyo psicológico o se deriva a alguna especialidad, como psiquiatría; pero si la mujer necesita otro tipo de atención se orienta y enlaza con otras instituciones como el DIF, el Instituto Poblano de la Mujer o el Ministerio Público, según sea el caso.

Hizo un llamado a todas las mujeres que sufren de violencia, sobre todo las niñas y niños que son violentados para que lo hablen, “que lo denuncien, con nosotros, con sus maestros o sus abuelitos, siempre hay una persona cercana de su confianza con quien se puede acercar para denunciarlo y darle seguimiento”.

Y finalmente recomendó a las mujeres víctimas de violencia, “que se animen a denunciar, que no tengan miedo, es parte de un proceso en el que le podemos ayudar”. La mejor manera de extinguir la violencia es denunciándola.