Más de la mitad de las mujeres utilizan una talla de brasier que no es la correcta, lo que supone (aunque no te lo creas) dolores de pecho y espalda. Así que, no lo retrases más, dedícate unos minutos para medir bien y escoger la talla correcta la próxima vez que te hagas con un conjunto de lencería. Es más fácil de lo que piensas; con tan sólo tres pasos.
1.- Mide bien el perímetro de tu busto. Coge una cinta métrica y mide, en primer lugar, tu contorno: tu torso justo por debajo del seno. Después tu busto: pasa el metro por encima de tus pezones, sin ceñirlo demasiado. Anota también esa medida.
2.- Haz una pequeña operación para conocer tu talla. Para ello, tendrás que sumarle 15 a los centímetros del contorno. Si el resultado de tu contorno (la primera medida) ha sido, por ejemplo, de 80. Al sumar 15, tendremos 95. Esa es tu talla.
3.- Ahora, busca la equivalencia entre centímetros-copa. Para saber la copa, resta a los centímetros de tu busto (la segunda de las medidas) la de tu contorno, (es decir, la segunda medida). Si nosotras hemos obtenido, por ejemplo, 70. Restamos 80-70=10.
Si el resultado está entre 1-13, tu copa es la A. Si el resultado es de entre 14-16, eres B. Para las que están entre 17-19, tenemos la C. Para las que se encuentran entre 20-22, la copa correcta es la D. Más diferencia, entre 23-25, la copa E. Y para las que existe aún más, la copa F.
¿Sencillo verdad? Ya no tendrás que poner cara de póker la próxima vez que la dependienta te intimide.