A unos días de ponerse en marcha la línea dos de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), crece el temor entre chóferes y hasta de los dos mayores concesionarios en Puebla.
“Al parecer quieren exterminarnos”, expresaron transportistas que aún circulan por la avenida 11 Norte–Sur, de las rutas Mayorazgo, Castillotla y Galgos del Sur.
Las negociaciones entre transportistas y autoridades se han frenado, sin que sepan su futuro los mencionados derroteros, ni siquiera una propuesta para cambiar las calles por las que circulan.
Mientras tanto, durante un recorrido por las estaciones o terminales, al parecer han concluido los trabajos, aunque todavía no se colocan los reguiletes de acceso, ni mucho menos las máquinas expendedoras de las tarjetas.
Asimismo, la estación central, ubicada en la colonia San Ramón, al sur de la ciudad, se cubrió con un hule para evitar que se observen los avances de la construcción.
Los mayores transportistas de dichas rutas son Ángel Sierra de la Rosa y Delfino Reyes Bocardo, quienes en conjunto tienen 87 concesiones, según datos oficiales de la Secretaría del Transporte.
Sin embargo, ninguno de estos concesionarios ha sacado sus unidades de la 11 Norte-Sur, que siguen circulando, lo que ha despertado sospechas entre sus compañeros, de que ya negociaron e incluso controlan un fideicomiso del RUTA.
Sin embargo, ambos aseguran que no hay ningún acuerdo, y que sus unidades podrían desaparecer en estos días.
En entrevista previa, Reyes Bocardo comentó a Intolerancia Diario que temían ser sacados de un día para otro.
—¿Tienen algún temor que a la mera hora los quiten de todo, de circulación y concesiones?
—Pues se ve esa la intención, creo esa es la intención.
—¿Qué harían si son sacados de la RUTA, sin siquiera reubicarlos?
—No sé qué haríamos, para qué te digo que vamos a hacer, si a lo mejor ni lo hacemos mano, mejor esperamos el curso de los acontecimientos y a ver en qué caemos.
El temor
Con el paso de los días, la zozobra crece entre cientos de chóferes, quienes piensan que su trabajo se terminará, ya que ni siquiera hay información de cómo poder contratarse para la línea dos.
Conductores de Galgos del Sur y Ruta Mayorazgo informaron, durante el recorrido de este medio, que tienen ingresos de entre 500 y 800 pesos diarios, trabajando ocho horas.
Pero ahora saben que el empleo para el nuevo transporte público es de 250 pesos diarios en un trabajo de las mismas ocho horas.
Juan Ríos, conductor de Galgos del Sur, comentó que ahora están siendo rechazados algunos de sus compañeros para laborar en el RUTA u otro derrotero, porque supuestamente no están capacitados.
Pero señala que su forma de conducir es porque tienen que cubrir las altas cuentas a sus jefes o concesionarios.
Cada autobús por turno de ocho horas entrega de entre mil 400 y mil 600 pesos diarios, dependiendo del tipo de motor diesel o de gasolina, tanque que deben llenar.
Los choferes laboran desde las 5 horas, cuando van a recoger el camión, para iniciar la circulación a las 6 horas. La mayoría trabaja hasta las 22 horas, para ganar el doble.
A algunos de los conductores los hacen trabajar hasta 20 días seguidos, y el que no aguanta al mes “lo bajan”.
Casi todos
Aunque no existen cifras oficiales, se menciona que ya 90 por ciento de los concesionarios con rutas que abarcan el tramo de la 11 Norte-Sur han aceptado cambiar derrotero, e incluso algunos unirse a un fideicomiso para la línea dos de la RUTA.
Transportistas, quienes insisten en el anonimato por temor a represalias, señalaron que la única propuesta que han tenido fue para conformar un fideicomiso como el que se hizo para la línea uno del RUTA.
En marzo de 2013, mediante una respuesta a solicitud de información de Intolerancia Diario, la Secretaría de Transportes afirmó que no desaparecerá ninguna de las rutas de transporte público que circulan actualmente por la 11 Norte-Sur.
Respondió que sólo cambiarán de derrotero o los concesionarios se convertirán en inversionistas del metrobús y algunos se volverán alimentadoras de la nueva línea.
Sin embargo, la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) señaló que es imposible que sigan operando, ya que se generaría un gran conflicto vial, por lo que deben desaparecer.
La dependencia estatal, en respuesta a la solicitud de información, aseguró que no habrá desapariciones de rutas, como las que hubo en la línea uno del metrobús, que generó desempleo y diversas protestas.
“(…) las rutas se reestructuraran, lo que implica que ninguna ruta saldrá de circulación”, señala el documento oficial de la Secretaría de Transportes.
La línea dos tendrá un costo total de inversión de 2 mil 35 millones de pesos, inicialmente tendría una longitud de 19.7 kilómetros, pero sin explicación hasta el momento se redujo a 10 kilómetros, a su 50 por ciento.
Cancelaciones
La primera llamada fue el 8 de enero, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas dijo que aunque la segunda línea de RUTA estaría lista el 14 de enero, esperaban inaugurarla el 19, cuando visitaría la entidad el presidente de México, Enrique Peña Nieto.
“En el caso de la segunda línea de RUTA, estará concluida para el 14 de enero, pero con la visita del presidente estamos viendo que pueda ampliar su gira y esté acompañándonos a otras obras como la operación de RUTA”, dijo.
El domingo 10 de enero, el secretario de Infraestructura, Cabalan Macari, señaló que estaban al 98 por ciento los trabajos. Ahora ni los semáforos se han colocado.
“Toda la parte del concreto hidráulico está totalmente terminada, estamos terminando un cachito de concreto que creo termina el día de hoy”, dijo
—¿Confía terminar para el día del informe (15 de enero)?
—Sí, por supuesto, no va a haber ningún problema —dijo aquella ocasión.
Finalmente, el gobernador Moreno Valle anunció que se posponía hasta el mes de marzo el arranque del nuevo sistema de transporte público, debido que no había acuerdos aún con el director de Banobras.
Fue hasta la semana pasada cuando comentó que esperan que ahora sea el presidente Enrique Peña Nieto el que lo ponga en marcha.