Agremiados del Sindicato Único de Trabajadores del ISSSTEP (SUTISSSTEP), protestaron frente a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA), para que sea reconocido el cambio de dirigente.

 


 

En entrevista, el nuevo líder sindical, Abraham Pérez Rojas, afirmó que de no reconocerse su cargo, está en riesgo la revisión salarial del SUTISSSTEP por conflictos internos.

Cabe señalar que Pérez Rojas apenas tomó el cargo, luego de que fuera destituida en asamblea Susana Andrade Solís, a quien acusan de corrupción y de defender al gobierno del estado.

Dijo que dicha situación derivó del conflicto que se ha suscitado por la disputa de la dirigencia del sindicato, en manos de la defenestrada líder, Susana Andrade Solís.

Explicó que de manera ilegal la anterior dirigente emplazó a huelga al gobierno del estado, cuando ya no tenía la representación sindical, cuando él también había hecho lo mismo en defensa de la base trabajadora.

Por lo tanto, afirmó que está en riesgo el emplazamiento a huelga y la revisión salarial del Sindicato del ISSSTEP.

Informó que van a seguir con las movilizaciones para presionar al organismo para que lo reconozca como nuevo dirigente del SUTISSSTEP, pues acusó que Susana Andrade “está metiendo mano negra en esto, en perjuicio de miles de trabajadores”.

Señaló que la falta de revisión salarial afecta a mil 800 trabajadores y, de manera indirecta, a más de 4 mil personas, donde se encuentran incluidas sus familias.

“La manifestación no solo es para exigir el reconocimiento y la legitimidad de mi cargo, sino además el derecho del emplazamiento a huelga”, sentenció.

Afirmó que cuando Susana Andrade fue destituida en la asamblea ordinaria del pasado 10 de septiembre, a la cual ella convocó, la enfermera impugnó el resolutivo en su contra.

El actuar de Andrade, señaló, puso en riesgo la revisión salarial, “porque cuando yo presenté el emplazamiento a huelga ante la Junta Local, con un aumento de 10 por ciento directo al salario como base para negociar con la autoridad, la petición me fue desechada”, informó.

Señaló que hay una confabulación entre la exsecretaria sindical con las autoridades para frenar su reconocimiento por tratarse de una persona que no se deja manipular.

“Estamos dudando que la autoridad actúe bajo la ley, porque es la cuarta vez que Susana Andrade desacata a la asamblea de trabajadores, que es el máximo órgano que nos rige, aclaró, luego de argumentar que la enfermera fue destituida no por un asunto político sino económico”.

Abraham Pérez advirtió a las autoridades que si no hay respuesta a los empleados del ISSSTEP, que da servicio a burócratas y al magisterio, pararán laborales en esta misma semana.

Recordó que en 2014 ganaron la elección sindical, por lo cual le tocó el cargo de secretario del interior, el de mayor relevancia a después de la Secretaría General.

Posteriormente se inició una investigación en contra de Susana Andrade, lo cual lleva a una asamblea el 10 de septiembre, donde mil 223 trabajadores votan su destitución y nombran a Abraham Pérez como sustituto, ratificada la deposición días después con mil 400 votos.

“No es posible que se quiera dar el fallo a favor de la exsecretaria general, Susana Andrade, que es una persona deshonesta, corrupta y prepotente. Nos tiene demandados por robo y despojo”, dijo al señalar que no reconoce su destitución, al desacatar a los agremiados.

Además, los trabajadores denunciaron a la exdirigente Susana Isabel Andrade Solís, de un presunto desvío de recursos por 1.8 millones de pesos del fondo de cuotas a su cuenta bancaria personal.

Pérez Rojas detalló que el primer depósito se habría hecho de 1 millón de pesos, y el segundo de 800 mil pesos, como consta en los talonarios de las chequeras que se encontraron en las oficinas del sindicato.

Contó que al verse evidenciada, una semana después de su salida Susana Andrade, ingresó por la fuerza al sindicato con pistoleros, supuestos agentes ministeriales.

Todo con la intención era deshacerse de la documentación que la comprometía en el mal uso de las cuotas, sin embargo, el mismo gremio se lo impidió tomando fotografías y videograbando cada uno de sus movimientos al interior del edificio, sostuvo.