A raíz de la inesperada victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos no hubo ninguna otra moneda que cayera más o tan rápido que el peso mexicano. Y los pronosticadores dicen que lo peor puede estar por venir.
Dirk Willer, estratega de Citigroup, dice que el peso podría debilitarse otro 10 por ciento a 22 por dólar para el 31 de diciembre después de sufrir la peor caída en más de dos décadas el miércoles, según su pronóstico antes de que salieran los resultados.
Andrés Jaime, estratega de Barclays, predice que bajará a 21.5 en los próximos meses.
Nomura Holdings tiene la perspectiva más sombría: pronostica que el peso caerá 20 por ciento a 25 por dólar en las próximas seis semanas. Y a 28 pesos a finales de 2017.
En tanto que Capital Economics estimó antes de la elección que el dólar se iría a 25 pesos en caso de un triunfo de Trump.
Mientras que un sondeo también previo de Reuters mostró que el dólar se iría a 21.50 unidades, aunque hubo quien pronosticó que también se iría a 25.
Aunque el tono conciliador de Trump en su discurso del día después mitigó los peores temores de los inversionistas, lo que ayudó al peso a recuperar parte del terreno perdido el miércoles, todavía hay mucho para preocuparse.
La principal incertidumbre es si el presidente Trump será tan duro como el candidato Trump en cuanto a la renegociación de acuerdos de libre comercio, el combate a la inmigración ilegal y la construcción de un muro en la frontera con México.
El país latinoamericano envía 80 por ciento de sus exportaciones a su vecino del norte.
En este momento, no tengo idea de dónde va a terminar la moneda este año y quien te diga que lo sabe está mintiendo, porque nadie sabe lo que está pasando, dijo Juan Carlos Rodado, director para América Latina de Natixis North America, y el pronosticador más acertado en el tercer trimestre, según clasificaciones de Bloomberg.
Los primeros 100 días de gobierno de Trump serán clave para entender cómo será su retórica.
Los inversionistas estarán prestando atención, agregó, y cualquier declaración que haga sobre México o el comercio podría hacer que el peso caiga.
El peso ya es la moneda de peor desempeño entre los mercados emergentes este año tras desplomarse 13 por ciento, y existen previsiones de más pérdidas aunque el peso está infravalorado de acuerdo con mediciones históricas.
El martes, el tipo de cambio efectivo real - su valor ponderado por el comercio frente a una canasta de monedas principales, ajustado por la inflación - era alrededor de 9.6 por ciento inferior al promedio de cinco años, según un índice Barclays.
Además del efecto Trump, la moneda también se ha visto afectada por el temor de que un alza en las tasas de interés de Estados Unidos haga que los inversionistas saquen dinero de México, los problemas financieros de Petróleos Mexicanos, la creciente carga de la deuda del gobierno y las advertencias de las calificadoras de que podría sufrir una rebaja en su calificación de crédito.