Eugenio Lira Rugarcía, considerado por algunos como el “obispo de la comunicación”, se despidió de Puebla de manera oficial con una misa en catedral donde pidió a los fieles “echarle ganas” para sacar adelante al estado e indicó que llegará a la diócesis de Matamoros a escuchar a la gente, principalmente a los migrantes.

 


 

Ante cerca de dos mil personas, entre aplausos llegó al altar mayor quien durante cinco años fuera obispo auxiliar de Puebla, mientras el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa le agradeció el trabajo como sacerdote desde hace 25 años, pidiéndole que rece por su iglesia de Puebla.

Sánchez Espinosa le pidió rezar por su arzobispo Rosendo Huesca, quien lo ordenó como sacerdote y le indicó que ahora él deberá tomar las decisiones en su diócesis.

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Monseñor Eugenio Lira Rugarcía, quién hace 18  años estableció la nueva relación entre la arquidiócesis y los medios de comunicación generando que la postura de la iglesia fuera referencia informativa, dio las gracias al actual arzobispo de quien recordó que fue  su maestro de liturgia en el Seminario Palafoxiano, además de los obispos, consagrados y devotos de la Divina Misericordia.

“Después de haberme llamado a la vida en Puebla, y luego de 25 años de sacerdocio en esta Arquidiócesis, de los cuales 5 han sido como obispo auxiliar y tras haber servido por más de 3 años en la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, ahora Dios me pide, a través del Papa Francisco, servir en la diócesis de Matamoros como su sexto obispo”.

En la homilía se refirió al Papa Francisco, recordando que él fue uno de los coordinadores de su visita a México. Indicó que la frase con la que se queda es “vamos a echarle ganas”, siendo que esto es lo que necesita Puebla y el país para salir adelante.

“Le vamos a echar ganas en Matamoros, a buscar la unidad, además pese a las diferencias que existen, hay más cosas que unen al ser humano”.

Pidió a los fieles reunidos en la catedral, mismos que aplaudieron aún durante la misa, que sigan construyendo la Puebla que sueñan, y que ayuden a formar un mejor país.

 


 

Un reto

El obispo de la diócesis de Matamoros, Eugenio Lira Rugarcía, señaló que fortalecerá sus lazos con los migrantes pero, sobre todo, escuchará a la gente, lo que será un reto.

Señaló que buscará reunirse con los sacerdotes y vicarios de Matamoros y escuchará diferentes recomendaciones para comenzar la nueva encomienda que le dio el Papa Francisco.

Reconoció su preocupación por temas como la inseguridad, la migración y la pobreza, los cuales buscará atender con apoyo de todos los sectores de la sociedad.

“Hay que recordar la enseñanza de la iglesia: la persona humana tiene dignidad que todos debemos reconocer, independientemente de su condición migratoria. Vamos a seguir trabajando por la toma de conciencia de la dignidad de las personas y que se valore el aporte de los migrantes”, comentó.

Expresó que ahora habrá un contacto directo con los obispos de la región que atienden  a los migrantes pues hay que realizar un trabajo conjunto.

Lira Rugarcía expresó su emoción por su nuevo nombramiento y resaltó que espera tomar posesión de la diócesis en noviembre próximo: “Estoy pensando algunas cosas para poder hablar con los sacerdotes, los diáconos, visitar las congregaciones religiosas, reunirme con los organismos laicales, escuchar a las autoridades y a todo mundo. Primero escuchar, para no imponer. Lo primero de todo servidor es escuchar para ver qué caminos seguir para apoyar. Debo reconocer las acciones realizadas por mis antecesores. Yo llego a continuar lo que se ha hecho, hay un caminar interesante”.

Comunicador nato

El obispo de Matamoros ha mantenido durante 18 años una estrecha relación con los reporteros de la fuente, para quienes es simplemente “El Padre Lira” y, debido a la apertura de sus ideas, se convirtió en colaborador de diversos medios de comunicación, entre ellos Intolerancia Diario, enviando su homilía cada domingo.

Sobre los motivos que lo llevaron al sacerdocio reveló: “En mi familia no hay ningún sacerdote, ninguna monja, de niño me comenzó a llamar la atención a través de la televisión y la prensa la figura del Papa Paulo VI y se convirtió en mi héroe de la adolescencia, recortaba las fotografías que venían en los periódicos, no me perdía una transmisión que hacía Bancomer de las misas del Papa desde Roma por el canal de las estrellas y se transmitían en vivo por la madrugada”.

“También quería ser empresario, abogado, y hasta motociclista como Pedro Infante en A toda máquina”.

“Cuándo, lo decidí, en qué momento vi esta vocación, fue en ocasión de la visita del Papa Juan Pablo II en 1979, estaba en la secundaria y participé en la misa del seminario y la visita me marcó”.

“Quería ser abogado terminando la preparatoria, tenía novia, pero en un retiro espiritual al que me invitaron la verdad no fueron las pláticas ni nada, entré a la capilla, estaba rezando el rosario, no se me apareció  nadie ni me hablo nadie, pero si fue una luz espiritual  que a la mitad del rosario me vino una claridad enorme, San Ignacio le llama consolación espiritual y sentí con toda claridad que Dios quería eso para mí  y esa certeza me ha acompañado hasta ahora que soy obispo”.

La trayectoria

Eugenio Lira nació en la ciudad de Puebla, el 24 de julio de 1965. Realizados sus estudios primarios, secundarios y de bachillerato en el Colegio Benavente de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, entró a la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri (Oratorianos), frecuentando el Seminario Palafoxiano de Puebla, donde cursó los estudios de Filosofía y de Teología. 

Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de febrero de 1991, en el templo de San Felipe Neri (La Concordia), de manos del Excmo. Mons. Rosendo Huesca Pacheco, actual Arzobispo Emérito de Puebla.

En 1992 participó en el Curso Internacional para Formadores de Seminarios de la Academia Regina Apostolorum en Novara, Italia. De 1992 a 1995 fungió como Rector de la Casa de Formación de la Congregación del Oratorio en Puebla. Solicitada y concedida su exclaustración de la Congregación del Oratorio, quedó incardinado en la Arquidiócesis de Puebla el mes de febrero de 1998.

Cuenta con una Licencia en Filosofía, obtenida en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.

Ha sido profesor en la Escuela Libre de Derecho, en la Universidad Popular Autónoma del Estado Puebla, en la Universidad La Salle Benavente, en la Universidad de las Américas Puebla, y profesor y director espiritual en el Seminario Mayor Palafoxiano; ha servido, además, como Vicario parroquial en la Parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza, en Puebla.

Fue nombrado Obispo el 12 de abril de 2011.

Actualmente es el Presidente de la Comisión Diocesana de Comunicación Social y Director General del Centro Internacional de la Divina Misericordia”, Vicario General de la Arquidiócesis de Puebla y Vicario Episcopal para la Vida Consagrada. 

El día 14 de noviembre de 2012 fue elegido por los Obispos como Secretario General de Conferencia del Episcopado Mexicano (C.E.M.)

La gestión como Secretario General de la CEM concluyó en noviembre de 2015 pero  el Papa  Francisco pidió que se extendiera hasta la asamblea de pascua (5 de abril de 2016) para ser Coordinador general del viaje apostólico del Papa a México (12 al 18 de febrero).