“Yo no olvido el año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas”, ya lo dijo el compositor colombiano Crescencio Salcedo con su canción El Año Viejo. Muchas personas no olvidarán lo que 2016 les dejó, ya sea trabajo, amor, éxito pero para los que no están conformes o quieren tener mejor suerte y abundancia existen los rituales y amuletos. 
Recuerdo a mi padre, minutos antes de la media noche salía a recorrer la manzana con sus maletas, con la esperanza de viajar todo el año, a mi madre barriendo la entrada de la casa para ahuyentar las “malas vibras”, o mi abuela arrojando lentejas en todos las habitaciones para a atraer la buena suerte.
Muchos de esos rituales son realizados año tras año por miles de personas en todo el mundo, dependiendo de sus costumbres y creencias, por lo cual días antes de que concluya el año, los poblanos acuden a distintos puntos de la ciudad a comprar amuletos y artículos, entre los cuales destacan el “borreguito de la abundancia”,  velas aromáticas, monedas,  semillas doradas y gallos, estos últimos porque según la cultura china, 2017 será su año. 
La astrología oriental señala que dicha ave simboliza el nuevo amanecer y comienzo. El gallo es considerado como héroe, el signo menos comprendido y el más excéntrico e inteligente, y corresponde a los nacidos en los años: 1909, 1921, 1933, 1945, 1957, 1969, 1981, 1993 y 2005. 

Los socorridos ovinos 
El llamado “borreguito de la abundancia”, que recibió ese nombre porque en la antigüedad los europeos lo asociaban con la prosperidad, representa la buena fortuna y debe ser colocado en la entrada del hogar, aunque también algunas personas acostumbran decorarlos con listones de colores, mismos que simbolizan los aspectos que se quiere mejorar el año venidero como el dorado que es el más común porque revitaliza la mente, energía y aleja los miedos. 
Cabe señalar que estos deben ser regalados los últimos días del año o los primeros días del siguiente. 

Feng Shui presente

En los negocios de santería también se pueden observar bolsas con semillas en su interior, como garbanzo, frijol, maíz, arroz, trigo, lenteja y mostaza conocidos como “semillas de la abundancia”, que fueron tomadas de un ritual del Feng Shui para representar el crecimiento, prosperidad, inicio de la fertilidad y como el ovino, la abundancia. 
Además, los vendedores recomiendan colocarlas en sacos pequeños color rojo y entregárselas a familiares o amigos, añadiéndoles monedas doradas. Aunque si el trabajo es lo se necesita se puede adquirir un paquete con espigas de trigo brillantes, atadas con una cita color verde y un billete de la denominación más alta, ya sea en moneda mexicana o dólar y al llegar a casa frotar el billete de todas partes, envolverlo en el trigo y colocar la bolsa dentro de un florero, esto para atraer a la prosperidad, un trabajo “digno y provechoso”.

Los calzones 
Muchas otras personas adquieren y utilizan la ropa interior de color rojo u amarillo, el primero según las creencias, atrae deseo, fuerza, amor, agitación y vida; el ámbar simboliza energía, movimiento y alegría, además de la creencia popular de que atrae el dinero. Pero no sólo están éstos colores también se pueden colocar azules para alejar a alguien no deseado y el marrón que contribuye a la espiritualidad y la meditación. 

Para que rinda el sueldo
Los vendedores también recomiendan que si el sueldo no rindió en el año, se debe tomar la paga, envolverla en una tela amarilla y luego atarla con un cordón verde. Los nudos deben ser de acuerdo con la cifras del primer billete del sueldo. Ya que esté el paquete, se debe guardar en un lugar seguro y una noche en la cual la luna este en cuarto creciente encender una vela amarilla y con el goteo formar un círculo alrededor del paquete. A la mañana siguiente sacar el noventa por ciento del dinero y el resto envolverlo, colocarlo a la luz de la luna. Al terminar el ciclo lunar se podrá tomar y darle uso. 
Sea cual sea el ritual o el artículo de tu elección, los vendedores recomiendan tener esperanza y buenos pensamientos, para así atraer la suerte y buena fortuna, “todo comienza con uno mismo”.