El pasado viernes 8 de mayo, una de las casas propiedad de Eukid Castañón, operador político del ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, fue cateada por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Durante el cateo de la FGE se encontraron diversos aparatos de espionaje, los cuales se utilizaron durante la administración morenovallista para intervenir comunicaciones privadas de personajes de la vida política local y nacional. Espionaje que se documentó desde 2015, información que incluso fue retomada por The New York Times.
De acuerdo a información publicada en la columna Parabólica por el periodista Fernando Maldonado este martes en Intolerancia Diario, Cuando los metadatos cayeron en manos criminales (I), el valor del equipo de espionaje encontrado en el domicilio de Castañón Herrera supera los 160 millones de pesos.
¿Qué hace y cómo funciona ese equipo de espionaje?
La administración morenovallista adquirió por 3 millones de pesos, el equipo CSM 7816, el cual opera con el programa HAWK-OWL, este es capaz de detectar señales Wi-Fi, planes de datos y bluetooth en un radio de 5.2 kilómetros.
Se compró por más de 85 millones de pesos, el equipo iMSI Catcher Marca Varient, este trabaja con el programa llamado Hunter, el cual es usado por agencias investigadoras y por la Secretaría de la Defensa Nacional (Semar) para investigar grupos delictivos que pongan en riesgo la seguridad nacional.
Hunter, tiene la capacidad de extraer información de las tarjetas SIM y de la memoria interna de los dispositivos, es decir que tiene acceso a lista de contactos, mensajería, archivos de audio, fotos y video.
El programa también ubica en tiempo real un objetivo fijado, sin importar el punto geográfico del país, ya que cuenta con la capacidad de geolocalización del roaming, sin distingo de compañía celular.
Posteriormente, la administración que encabezó Rafael Moreno Valle, compró el Software Captor, el cual puede abrir a la distancia los micrófonos de cualquier dispositivo móvil, aun cuando este se encuentre apagado. Sin embargo, se desconoce el costo exacto de este.
Además de Captor, los gusanos cibernéticos de la empresa Hacking Team, permitieron grabar reuniones, conversaciones o encuentros en habitaciones privadas de una cantidad indeterminada de mujeres y hombres de la vida política durante el régimen del morenovallismo.
El costo de estos aparatos fue liquidado en una sola exhibición, sustituyendo así el mecanismo tradicional de espionaje, que anteriormente representaba una renta mensual de 60 mil pesos por cada número intervenido.