“Nosotros no vendemos a los ricos, que son los que se quejan, los pobres son quienes nos buscan”, aseveró Rosalinda, comerciante de juguetes en el Centro Histórico de Puebla, luego de estar “toreando” a las autoridades con la venta. 

Este primer domingo del 2021, en algunas calles comerciantes ambulantes, pero también negociaciones establecidas, desacataron el decreto del gobierno estatal para evitar contagios de coronavirus SARS-CoV-2 que produce la enfermedad covid-19. 

Así, en medio de una fuerte tensión, amanecieron automóviles oficiales del ayuntamiento estacionados sobre la avenida 8 Oriente entre las calles 3 Sur y 5 de Mayo.

Esto impidió la instalación de puestos ambulantes a dos días de la llegada de los Reyes Magos, sin embargo, a tan solo cuatro calles de distancia no tuvieron problema los comerciantes callejeros, quienes se instalaron sin mayor problema. 

De este modo, la avenida 16 Oriente, se llenó no sólo de puestos ambulantes, la mayoría de ellos con juguetes, sino de clientes que ayudaban a los Reyes Magos a comprar los regalos del 6 de enero. 

Mientras tanto, la zona de la calle 5 de Mayo, una de las más populares amaneció con constante vigilancia de granaderos, preparados incluso con escudo y tolete. 

Donde si no se pudieron colocar los puestos ambulantes, fueron desde la 6 Poniente, hasta la 8 y 10 oriente-poniente, donde solo unos cuantos o contados comerciantes se atrevieron a colocar su mercancía en la banqueta. 

¿Y los establecidos? 

Según el decreto gubernamental, está prohibida la instalación de comercio ambulante, pero también la de comercios establecidos no esenciales y solo se permite abrir a los esenciales que brinden servicios de salud o comida para llevar, entre otros.

Sin embargo, en el recorrido, se pudo apreciar a varios comercios establecidos abiertos, en su mayoría en las zonas populares arriba señaladas, que van desde locales pequeños, hasta de cadenas grandes. 

Por ejemplo, fue abierto sin mayor problema el centro comercial ubicado en plena avenida 5 de mayo y 4 Poniente, donde en la mayoría de locales venden accesorios para teléfonos celulares. 

Asimismo, la afamada tienda La Cadena, en la 3 Sur 810l, donde venden diversos artículos de mercería y de temporada, como la navideña, también abrió sus puertas sin mayor problema. 

Además, sobre la avenida 8 Oriente, también abrieron algunos de los locales que dan a la calle pero pertenecen a la plaza La Victoria, sobre todo de tiendas de regalos y zapaterías. 

Contrariamente, la tienda Woolworth, ubicada en calle 5 de Mayo y 2 Oriente, fue clausurada desde un día antes, por sobrecupo o incumplir el aforo permitido. 

 

 

Sí hay ventas 

Cientos de papás y mamás, algunos incluso acompañados con hijos, se aventuraron en el centro de Puebla, para poder ayudar a los Reyes Magos, lo que aglomeró por momentos la avenida 16 Oriente. 

Este sitio fue al parecer el único permitido por las autoridades, oficial o extraoficialmente, ya que los comerciantes ambulantes no tuvieron mayor problema en tenderse en las calles. 

Todo lo contrario, sucedió en las avenidas 10 y 8 Poniente, donde comerciantes se quedaron con su mercancía en las bolsas y algunos hasta en las camionetas, donde vendían poco a poco.  

Por ejemplo, en la avenida 8 Oriente, una vieja camioneta atiborrada de juguetes, desde una muñeca, hasta patinetas y bicicletas, estaba parada esperando a clientes o la anuencia de colocarse. 

Cabe decir que en toda esta zona, los mismos ambulantes impiden a reporteros tomar imágenes, bajo amenazas. 

“Nosotros les vendemos a los pobres, ellos nos buscan, quienes nos critican son la gente rica, la que tiene para comprar por internet o en los supermercados los regalos más caros”, dijo en platica Rosalinda. 

Sin querer dar una entrevista formal, por afirmar que no se publica lo que dice, indicó que es la mejor época del año y se las están quitando. 

“Si nos cuidamos, tomamos sana distancia y tenemos gel y hasta guantes, pero mejor les dan permiso a otros cabrones que no se cuidan”, dijo al señalar que pretendían instalarse en la 8 Oriente, como cada año. 

-¿Y qué tal va la venta?-

-Pues hasta eso, si hemos venido, poco pero sí, porque como le digo, la gente pobre es la que nos busca, porque vendemos mucho más barato y nos seguirán buscando, así que seguiremos toreando.