Como si se tratara de una visita cuasi presidencial o hasta de precampaña, una enorme lona y sillas doradas con blanco a todo lujo, enmarcaron el recibimiento al presidenciable y actual canciller Marcelo Ebrard Casaubón.

Hasta el mismo gobernador, Miguel Barbosa Huerta, reconoció su trayectoria de más de tres décadas, al mismo tiempo de echarle algunas flores a sus muchas horas de vuelo en política exterior e interior.

La excusa perfecta de la visita fue la inauguración de la Oficina de Pasaportes de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en Puebla, la que abandonó su sede el Centro Integral de Servicios (CIS) obra del amigo de Ebrard, el finado Rafael Moreno Valle Rosas.

A la plazuela del centro comercial Paseo de San Francisco, llegaron los más fifis de la Cuarta Transformación (4T), desde empresarios poblanos, hasta burócratas federales perfumados, trajeados y con vestidos entallados.

Claro, sin importarles el sobrecupo, la tercera ola de Covid-19 y la sana distancia e incluso algunos hasta sin cubrebocas, lo importante era estar lo más cerca del Tlatoani o sensei que en sus mentes trajeadas, piensan que seguirán rindiéndole a partir de 2024.

Al lugar llegó tanta gente que hasta parecía que pagaban por ir. Ante el problema, tuvieron que improvisar los organizadores con la colocación de sillas al último minuto, ya sin el dorado de las primeras.

Así llegó Ebrard Casaubón, acompañado del gobernador, Miguel Barbosa, a quien conoce desde hace muchos años y con quien comería horas más tarde, ya más tranquilos.

Al ser presentado, a diferencia de los demás invitados, los aplausos para Ebrard fueron más fuertes y nutridos por la concurrencia, muchos de ellos trabajadores de la SRE sembrados en el sitio, sólo faltó un viva o un hurra.

Ebrard desde su lugar no perdía oportunidad de saludar con su mano desde lejos a las personas, a quienes reconocía o sólo por cortesía de campaña.

Ahí se informó que remodelar las nuevas oficinas ubicadas en dicho centro comercial, tuvo una inversión superior a los 25 millones de pesos, y que se pagarían mensualmente 82 mil 615 pesos de renta.

Una bicoca para una campaña, pero una cifra de escándalo para los tiempos de recesión, pandemia y de la 4T.

El mismo gobernador Barbosa llamó peculiar al evento y se anunciaron otras inauguraciones en la Ciudad de México y hasta en Cancún, Quintana Roo.

Miguel Barbosa, fue enfático al reconocer que Marcelo Ebrard, ha dado su sello a la conducción de la SRE, muy distinta política exterior que se había tenido en gobiernos neoliberales.

Luego de la ceremonia pomposa, pasó sólo un grupo pequeño a inaugurar las oficinas, donde no pudo faltar el mariachi, quienes no se animaron a entonar alguna canción de Tin-Tán y su carnal Marcelo.

Quien sí se animó a preguntar sobre su futuro político en una improvisada entrevista banquetera, fue una reportera quien a lo lejos lo cuestionó: 

-¿Eres puntero en las encuestas presidenciales, estás peleando la posición?

-Eso otro día, eso ya les dije que falta mucho todavía-, respondió para terminar así la entrevista y pasar a tomarse una foto con un joven autista que lo esperaba desde hace varias horas.