Tras dos años en los que los artesanos de diferentes regiones del estado dejaron de vender en la capital, en la festividad de su santo patrono San José, le pidieron que sus ventas mejores y la gente, pague lo justo; en tanto la bancada del PRI en el Congreso del Estado exhortó al gobierno a realizar campañas de promoción para la venta de sus productos.

Debido a la pandemia, cientos de artesanos dedicados a la elaboración de productos de palma, que viven en la región Mixteca de Puebla, y que comercializan sus productos principalmente durante la Semana Santa, no pudieron vender sus productos durante dos años, luego de que se suspendieron los eventos organizados por la iglesia, entre ellos los principales, que son el Domingo de Ramos, así como el Viernes Santo.

Entre los principales productores de artesanías de palma se encuentran los vecinos de Santa María Chigmecatitlan, de Ajalpan, Acatlán, y otras partes de la Mixteca Poblana, que cada año invaden el atrio de la catedral de Puebla para vender las figuras tejidas con palma, que lo mismo es un ramo, o un cáliz.

El precio de las  figuras en el último año que estuvieron presentes, fue de de 10 a 20 pesos, lo que apenas les permitió salir a mano con sus gastos.

De acuerdo a la tradición, los artesanos de la palma no solo llegan al primer cuadro, sino que ocupan espacios en el templo de El Carmen, Niño Ciego, Medalla Milagrosa, Totimehuacán, San Baltasar, La Margarita.

Mientras el Viernes Santo sus productos ya vendidos por intermediarios se comercializan en la zona del Calvario.

 

El exhorto

La bancada del Partido Revolucionario Institucional presentó un exhorto para que el gobierno del estado promueva a los artesanos, y en documento recordó que en 1995 la LVI Legislatura de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, declaro 19 de marzo como el Día Nacional del Artesano Mexicano, en consideración a este oficio como una actividad baluarte de nuestra tradición y cultura.

Los Estados de Michoacán, Oaxaca, Jalisco, Chiapas, Tlaxcala, Puebla y Guerrero, entre otros, son los estados con mayor potencial y productividad artesanal, a pesar de ello los artesanos tienen algunos problemas, como son, sus niveles de organización, identificación, disponibilidad de materias primas, escaso y muy condicionados o nulos créditos.

El Estado de Puebla cuenta con etnias como son: nahuas, mixtecos, otomíes, popolocas, totonacos, mazatecos y tepehuas, quienes elaboran sus artesanías con tácticas ancestrales que transmiten a través de sus obras y en ellas existe una historia en cada una de estas piezas, pero sobre todo una cultura que constituye un patrimonio cultural para Puebla.

Las esferas en Chignahuapan, el papel amate en Pahuatlán, el ónix en Tecali de Herrera, la talavera en la capital poblana, la alfarería en Amozoc y los trajes típicos en San Gabriel Chilac, son muestra de algunas artesanías que se elaboran en nuestra entidad y que han puesto en alto en nombre de nuestro Estado.

Por lo anterior se solicita que la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla, implemente campañas de promoción, y difusión de sus productos, con el objeto de que se den a conocer los mismos y se pueda fomentar su economía.

“Se exhorta a la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla, implemente campañas de promoción, difusión de artistas y artesanos indígenas poblanos, en los ámbitos local, nacional e internacional”.

 

El poblano “Pichicato”

Representantes de los artesanos han señalado que el consumidor poblano es el más renuente a pagar el precio justo de los productos artesanales, ya que regatea a los productores sin valorar el tiempo que lleva elaborar cada artículo.

En el caso de los consumidores de los estados del norte la gente paga sin problemas y valora el trabajo que lleva cada producto.

Mientras el turista europeo a dónde se han vendido los productos poblanos, se valora cada artesanía, e incluso han hecho pedidos especiales para algunas de sus actividades, sin solicitar un descuento.