En Puebla, el 55.6 por ciento de la superficie del estado se encuentra anormalmente seco, según el último monitoreo de la sequía, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), hasta el último día de julio.

Solamente Morelos, Quintana Roo y Tlaxcala, superan a la entidad poblana con mayor porcentaje de territorio en esta situación, según el reporte oficial de la dependencia federal.

Lo anterior implica que 110 de los 217 del estado de Puebla están en este panorama de sequía anormal, sobre todo los ubicados al sur de la entidad, en la zona de la mixteca.

También 63 municipios están considerados en sequía moderada, mientras que solo al norte de la entidad se ubican a municipios sin sequía.

Valsequillo seco

Un reporte de Conagua señala que la presa Manuel Ávila Camacho, conocida como Valsequillo, cerró sus compuertas desde el 31 de julio, para iniciar  el almacenamiento para los tres regadíos del siguiente año.

Por eso el panorama seco de la presa, el que según pobladores no se veía en diez años por la zona.

De esta manera se pretende que la temporada de lluvias de 2022, que inicia en agosto, hasta la primera quincena de octubre, permita rellenar la presa que actualmente experimenta su nivel más bajo en la última década, con 60 mil 993 hectómetros cúbicos.

Por lo tanto, se autorizaron 265 mil 038 millones de metros cúbicos para riego, lo cual representa el 88 por ciento de la capacidad total de la represa, cifra general que es de 300 mil 654 millones de metros cúbicos, en condiciones normales.

Actualmente, está al 20 por ciento y la cifra debe igualar o superar el volumen que fue autorizado en 2022.

En el reporte nacional, la Conagua explicó que esta situación obedece a “condiciones más cálidas de lo normal” y un déficit de lluvias que se padece en todo el país.

La Conagua explica que la sequía moderada se caracteriza por “algunos daños” en cultivos y pastos, “alto riesgo” de incendios, así como bajos niveles en ríos, arroyos, embalses, abrevaderos y pozos, por lo que se sugiere una “restricción voluntaria en el uso del agua”.

La comisión señala que en ese tipo de sequía son mayores las pérdidas en cultivos y pastos, a lo que se suma un riesgo “extremo” de incendios forestales, por lo que se generalizan las restricciones en el uso del agua.

El último nivel es la sequía “excepcional”, por la que se declara una situación de emergencia ante la “escasez total” de agua en embalses, arroyos y pozos, pérdidas generalizadas de cultivos o pastos, así como “riesgo excepcional” de incendios, situación que se padece en seis municipios de Coahuila y cuatro de Chihuahua.