El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, encabezó la peregrinación de la Arquidiócesis de Puebla. Esta es la primera después de dos años de pandemia de coronavirus que detuvo las acciones religiosas públicas.

Los fieles llegaron desde distintas regiones y zonas de la ciudad de Puebla. La fe y la devoción se desbordaron. Católicos creyentes elevaron su espíritu para entonar cánticos de fe. La alegría regresó a sus corazones puesto que retornaron a la villa de Guadalupe, corazón de la devoción del catolicismo mexicano.

El arzobispo de Puebla se santiguó y elevó una plegaria por el cuidado y el bienestar de los fieles y personas de la diócesis de Puebla.

Los peregrinos mostraban su fe de distintas maneras. Algunos se dirigían de manera reverencial a la Virgen de Guadalupe. Otros peregrinos dirigían sus oraciones mientras se arrodillaban en señal devocional.

Víctor Sánchez Espinosa recordó que desde 1987 cuando el padre Ramón Ibarra y González, primer Arzobispo de Puebla, realizó la primera peregrinación que se mantiene más viva que nunca.

Este 12 de febrero peregrinaron más de 12 mil feligreses de Puebla pero es del período enero a febrero han arribado a la villa de Guadalupe más de 33 mil poblanos.

Frente al ayate del santo Juan Diego, algunos fieles se emocionaron. La fe se volvió un sentimiento colectivo y sagrado. Hombres y mujeres agradecieron las mercedes recibidas. Entre bienaventuranzas y bendiciones, los fieles católicos descansaron en espíritu y fe.

Violencia sin precedentes en México

Ya en misa, el arzobispo de Puebla pidió que termine la violencia sin precedentes que se vive en México, además de finalizar la inequidad social y el grito de los pobres.

Subrayó que la Iglesia no puede permanecer indiferente ante esa realidad, por lo que afirmó que trabaja desde su trinchera para recomponer el tejido social.

Sánchez Espinosa realizó una oración especial por los hermanos de Turquía y Siria que están sufriendo por las víctimas mortales de los terribles terremotos, por los miles de heridos y  familias que perdieron a seres queridos.

En ese sentido, pidió por los trabajos que se realizan en la Arquidiócesis de Puebla en el sur, oriente poniente, norte, en el centro y en la zona urbana; pero también por el nacimiento de nuevas parroquias como la de Tecamachalco San Martin Obispo.

"Suplicamos el don de la paz para nuestra patria para nuestra Puebla y para el mundo entero en un momento de conflictividad social en México y en el mundo mientras aún se sufre el duelo por la dolorosa pérdida de personas por el Covid-19 entre ellos que han partido a la casa del padre 65 sacerdotes", finalizó.