La etapa de iluminación internan de las personas comienza con este Miércoles de Ceniza para transformarse en mejores personas y alcanzar un positivo cambio de panorama, advirtió el Obispo Auxiliar, Tomás López Durán, después de acentuar que en estos tiempos tan difíciles y complicados por la inseguridad, "nos desconciertan y nos atemorizan".
Desde la basílica Catedral Metropolitana de Puebla, subrayó que la comunidad no debe rendirse a ningún poder terrenal, únicamente al poder de la misericordia, el poder de la gracia que transforma y renueva todo lo que se ha caído, especialmente en este día, con un gesto de humildad y sencillez, al recibir la ceniza, símbolo de renovación y de unión.
Además, pidió alejarse de la injusticia, mentira y maldad, con una nueva actitud renovada en Dios,que ofrece caminos de esperanza y de vida.
"Tenemos que transitar por el panorama de la justicia, de la verdad, de la fraternidad y de la paz, de la alegría y de la vida, armonizada con la hermandad, fraternidad y una profunda actitud de cambio para alcanzar el don de ayuda al prójimo".
Subrayó que con una profunda rectitud, las y los ciudadanos, sí pueden trabajar y caminar para construir esa sociedad, esa familia y esa comunidad a donde "nos movemos y somos", con la característica de la convivencia con Dios y una verdadera convivencia con la rectitud.
Indicó que estos 40 días de Cuaresma, son de preparación para reflexionar en ser una mejor ciudadana y ciudadano: en ser un mejor hijo para alcanzar una conversión personal para apoyar a las personas con más necesidades y contrarrestar el egoísmo entre la comunidad.
“Estamos iniciando este tiempo penitencial, tiempo de gracia y lo hacemos con un signo penitencial que involucra el corazón ; no debemos quedarnos encerrados, sino abrimos para mirar a la otra persona como al prójimo, como al que está cercano, si lo miramos, vamos a descubrir que necesita de mi apoyo, de mi atención, de mi cuidado, de compartirle lo que yo tengo”.
Recordó que la ceniza se prepara con la quema de las palmas y de algunos otros elementos religiosos, que se distribuye este primer día de la Cuaresma, periodo de reflexión en el que se quiere que los fieles trabajen en sí mismos para convertirse en mejores personas.
La ceniza, recordó es una señal de arrepentimiento y penitencia, recordando que la vida es temporal y en algún momento se emprenderá el viaje final, con la esperanza de una vida eterna.
“La ceniza solo es un signo externo, visible, de lo que debe estar pasando internamente, el deseo de cambio, el deseo de ser mejor hijo. El deseo de ser mejor cristiano, para eso es la cuaresma,”.
Recapituló que la Cuaresma es un tiempo que consta de 40 días de penitencia para prepararse para la celebración de las fiestas principales de los cristianos: la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
En este tiempo, dijo que se debe acompañar a Jesús, quien estuvo en el desierto por 40 días en oración y ayuno para fortalecerse espiritualmente, y comenzar su misión de salvación de mujeres y hombres.
Miércoles de ceniza, recapituló es un día de oración, de ayuno y de abstinencia; además, se realizan oraciones para que cesen los problemas que enfrenta la población como la violencia que asusta y desconcierta.