La zona arqueológica de San Francisco Totimehuacán, está abandonado, saqueado, invadido y es utilizado como tiradero de basura, pero el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha hecho caso omiso.

Por lo tanto, al no atender una denuncia por actos que afectan el sitio arqueológico la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 81/2024 al organismo federal.

De este modo, el organismo comprobó violaciones al acceso a la cultura y a la justicia.

La denuncia

La CNDH en la recomendación señala que el INAH aunque está facultado y competente para conocer y tramitar denuncias por afectaciones a monumentos arqueológicos y sus zonas, no existen evidencias de haber actuado en una denuncia sobre la situación de la zona arqueológica ubicada en la junta auxiliar de la capital de Puebla.

El INAH recibió la denuncia desde el 13 de abril de 2021 y el 8 de diciembre de 2022, pero no hizo nada, por lo que el 4 de septiembre de 2023, la CDNH recibió la observación hacia el director del Centro INAH Puebla por no ejercer las “acciones correspondientes” para proteger el sitio arqueológico.

El denunciante explicó a la autoridad que el sitio se encuentra abandonado, saqueado, invadido y es utilizado como tiradero de basura, por lo que advirtió la urgente necesidad de que se realicen las acciones pertinentes para su rescate y preservación.

Indicó a pesar de haber solicitado por escrito y en diversas ocasiones a varias autoridades el rescate y preservación del sitio, no se han obtenido respuestas ni se han realizado las acciones ni los estudios correspondientes para tal fin.

De este modo, la CNDH integró del expediente CNDH/6/2023/14476/Q, en donde detalla que, en diciembre de 2023, las autoridades del Centro INAH Puebla informaron que hay una pretensión de generar la declaratoria oficial para ser reconocido como zona arqueológica, pero reconocieron obstáculos.

Una de las trabas es contar con su exacta delimitación geográfica y resolver lo concerniente a los regímenes de propiedad que lo componen, y que se han realizado diversas reuniones con los interesados a efecto de informarles las acciones realizadas y las facultades con que cuenta el INAH para remediar la problemática planteada.

“Es urgente proceder a suspender de inmediato las obras en los predios recién despalmados, pero sobre todo, informar a la población y posibles compradores, que estos predios se encuentran dentro de la poligonal del sitio y por lo mismo no se puede construir en ellos”, señala el INAH.

Los arqueólogos recomendaron colocar láminas con la poligonal del sitio en los principales accesos a la zona.

“De otra manera los propietarios pronto venderán los lotes y será imposible detener la construcción dentro del polígono de la zona arqueológica”.

Sin embargo, la CNDH, levantó acta dentro del procedimiento administrativo, respecto a trabajos realizados en un inmueble localizado dentro del polígono de protección de la zona arqueológica.

Observó “con preocupación que el INAH incurre en responsabilidad institucional, por dejar de atender una denuncia por afectaciones al patrimonio cultural arqueológico, incumpliendo en sus atribuciones y responsabilidades”.

En la recomendación la CNDH pide al INAH que instruya y supervise a la persona titular de la Delegación del Centro INAH en Puebla, para que, en un lapso no mayor a un mes dicte las medidas que procedan, para continuar sin demora el procedimiento de denuncia por afectaciones al patrimonio cultural.

Señala que se debe iniciar el procedimiento de investigación, a efecto de determinar la responsabilidad administrativa por afectaciones al patrimonio cultural arqueológico; y elaborar, sustentar y tramitar las querellas y denuncias ante el Ministerio Público Federal.