Apenas un día después de que el cardenal italiano Angelo Becciu renunciara a participar en el cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco, un nuevo escándalo sacude al Vaticano: el cardenal peruano Juan Luis Cipriani Thorne, sancionado por acusaciones de abuso sexual, sorprendió al presentarse este jueves en las reuniones preparatorias.
Cipriani, exarzobispo de Lima y primer cardenal del Opus Dei, fue apartado en 2019 tras ser denunciado por un abuso cometido en 1983 contra un menor. Aunque niega los señalamientos, el Vaticano confirmó en enero pasado sanciones como su exilio de Perú y la prohibición de portar símbolos cardenalicios. Su aparición en Roma, vestido con sotana roja, es vista como una desobediencia directa.
A sus 81 años, Cipriani no tiene derecho a voto en el cónclave (límite de edad: 80), pero según el vocero vaticano Matteo Bruni, puede participar en las congregaciones generales. Este caso se suma a las recientes polémicas por la presencia del cardenal Roger Mahony, acusado de encubrir abusos en EE.UU., y el propio Becciu, condenado por fraude.
La crisis ensombrece los preparativos para la elección papal, mostrando las tensiones entre las sanciones morales y las normas institucionales dentro de la Iglesia.