Una multitud de seguidores, muchos de ellos emocionados hasta las lágrimas, despidió ayer viernes en esta capital al músico de rock Gustavo Cerati, fallecido el jueves, a los 55 años, tras cuatro años y cuatro meses en coma, luego de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) luego de un recital en Venezuela.

Los restos del músico, referente del rock en español en toda América Latina, fueron inhumados en el cementerio del barrio de Chacarita, en el oeste de esta capital, luego de un velatorio que se realizó en el salón de honor del palacio legislativo local.

El cortejo fúnebre llegó al cementerio en una jornada gris y de lluvia, escoltado por aficionados a la banda de rock Soda Stereo, agrupación que, con Cerati como vocalista, conquistó a los públicos de América Latina desde su irrupción, a mediados de la década del ochenta.

Su familia también estuvo presente, encabezada por su madre, Lilian Clark, sus hijos, Benito y Lisa, y su hermana, como así también lo hicieron reconocidos músicos locales, entre ellos Héctor Bossio, bajista y compañero de Cerati en Soda Stereo.

El músico falleció el jueves en esta capital luego de permanecer en coma como consecuencia de un accidente cerebrovascular que sufrió en mayo de 2010, durante un recital en Caracas, Venezuela.

Cerati nacido el 11 de agosto de 1959 en Buenos Aires y se convirtió en faro musical de Argentina y de América Latina desde que encabezó, en la década de los ochenta, la banda Soda Stereo.

Cerati, junto con su banda, pero también como intérprete solista, conquistó a los públicos de América Latina, en particular a los aficionados de Chile, Perú, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Colombia, México y Venezuela, además de contar con miles de seguidores en su país.

La noticia conmocionó a la Argentina, cuyo gobierno decreto duelo nacional por dos días. Incluso la presidenta argentina, Cristina Fernández, se hizo eco de la muerte de Cerati, a quien evocó como un "ídolo popular".